DESPERTANDO CON LA RESURRECCIÒN
“Es completamente imposible no creer en lo que ves, pero también es igualmente imposible ver
aquello que no crees”
Las percepciones están construidas con base en la experiencia, y la experiencia conduce a la
creencia (saber), porque aquel que sabe no necesita creer. Solo cuando las creencias se fijan,
puede estabilizarse la percepción. Entonces lo que tú crees es lo que puedes ver. Esto es lo que
quise decir con las palabras: “Benditos sean aquellos que no han visto y sin embargo creen”.
Quienes creen en la resurrección podrán verla. La resurrección es el completo triunfo de Cristo
sobre el ego (defectos, vicios, errores, pecados de la humanidad). No por medio del ataque sino
trascendiéndolo. Así Cristo se eleva por encima del ego y sus artificios, y asciende al Padre y a su
Reino.
¿Vas a ir en pos de la resurrección, o de la crucifixión? ¿Vas a seguir condenando a tu hermano, o
eliges liberarlo?¿vas a trascender tu prisión para ascender al Padre?. Todas estas preguntas son la
misma y puede dárseles igual respuesta. Aquellos que piden la crucifixión, en Su nombre se
crucifican así mismos (ej: en el octavo círculo llamado Dantesco del infierno yace Caifás crucificado
en el piso soportando el peso de todos los que por allí pasen). Creyendo que el poder del Hijo de
Dios nace del sacrificio y del dolor. El Dios de la resurrección no pide nada, porque no desea
despojar. No requiere obediencia, porque la obediencia implica sumisión. Solo desea que entres
en contacto íntimo contigo mismo, conozcas tus anhelos y los realices. No con espíritu de sacrificio
y sumisión, sino con la perfecta alegría que brinda la libertad.
La resurrección debe atraer tu lealtad gustosamente. Porque lleva el sello de la felicidad. Su poder
irresistible descansa en el hecho de que representa todo lo que tú querrías ser. Te ofrece, además
la posibilidad de descartar todo aquello que te hiere, que te humilla, y que te asusta, todo eso
dejará de serte impuesto.
Tal vez por muchos años tú has reaccionado como si hubieras estado siendo crucificado. Esta es la
tendencia marcada de aquellos que no viven en la unidad y solo experimentan aislamiento y
separación. Ellos siempre se niegan a reconocer lo que se hacen a si mismos. Los que viven llenos
de miedo son propensos a percibir con miedo. Es una proyección donde el miedo provoca ira y esa
ira incita a la agresión. El verdadero significado de la crucifixión es la agresión intensa que algunos
hijos de DIOS ejercen sobre otros. Cada cual es libre de imaginarse perseguido… Pero cuando se
escoge reaccionar de esa manera, se refuerza el ataque y la agresividad. “Como tú enseñes así
aprendes”. El mundo juzga que yo fui perseguido, sin embargo Yo no comparto esa evaluación. Si
reaccionas como perseguido estas enseñando persecución. Esta no es la lección que el HIJO DE
DIOS ha deseado enseñar, si se quiere realizar la propia salvación. Enseña solo Amor, porque eso
es lo que tú eres. Predica tu propia inmunidad, que es la verdad de ti mismo, y aprende que tú no
puedes ser agredido. La agresión puede ser enfocada solo contra el cuerpo, pero tú no eres tu
cuerpo, y más allá de tu realidad física no puedes ser perseguido, ni aniquilado. Si respondes con
miedo, ira y agresión es porque te consideras destructible y esa es una forma disparatada de
valorarte a ti mismo.
Comprende que no podrás encontrar la Paz hasta que hayas arrancado los clavos de las manos y
pies del HIJO DE DIOS y removido hasta la última de las espinas clavadas en su cabeza. El amor de
Dios rodea a los hijos que el deseo de crucifixión condena. No enseñes que Yo morí en vano, di, en
cambio, que no me venció la muerte, demuestra al mundo que ahora vivo en ti.
Deshacer la crucifixión del HIJO DE DIOS es el trabajo de la redención, en la cual cada uno de
vosotros desempeña una parte de igual valor. Dios no juzga a sus hijos. Habiéndose dado del todo
a ellos… ¿cómo podría ser de otra manera?. No hay necesidad de ninguna ayuda para entrar al
cielo, porque tú nunca lo has dejado. Pero precisas ayuda para ir más allá de ti mismo, porque
ahora te limitan las falsas creencias sobre tu verdadera identidad. Jesús fue todo lo que tú debes
ser, como El. Debes ser portador de un único mensaje del altísimo, el mensaje del Amor. No
necesitas otro. Olvida tus sueños de culpa y de pecado y ven en cambio a compartir la resurrección
del HIJO DE DIOS. Trae contigo a todos aquellos que El ha destinado para que tú cuides como El
vela por ti.
Si olvidas los malos sueños, la conciencia de Cristo despertará en ti, de una forma natural. Vendrá
como resultado de la acción de ayudar a despertar a otros, para que compartan tu
redención………….. MMC
TEMA TRADUCIDO DE UN TITULO “UN CURSO EN MILAGROS”
KARMAB SHERAB --- LAMA TIBETANO BUDISTA
