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jueves, 31 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 31 de diciembre, día de Santa Melania la Joven
31 de diciembre, día de Santa Melania la Joven
Hoy, 31 de diciembre, conmemoramos a Santa MELANIA LA JOVEN, Penitente.
SANTA MELANIA LA JOVEN (383-439) nació en Roma, en el seno de una familia aristócrata.
Santa Melania la Joven nació heredando dos longevos linajes. Era hija del senador Valerio Publicola, de la gens Valeria, y de Celonia Albina, de la gens Celonia, ambas familias de gloriosa ascendencia en Roma.
Por otro lado, también era nieta de Santa Melania la Anciana. Hasta su juventud, Santa Melania la Joven vivió en el palacete que su padre poseía en el centro de Roma.
Siendo una muchacha tuvo oportunidad de conocer a San Jerónimo y al papa San Dámaso, quienes influyeron hondamente en su espíritu.
A los 14 años, Melania se casó con un primo suyo por el lado de la gens Valeria llamado Piniano, quien también alcanzaría la santidad.
Procrearon dos hijos, pero ambos fallecieron de tierna edad. Por eso, a los veinte años Santa Melania la Joven le transmitió a su esposo sus deseos de vivir una vida ascética y monástica. Él estuvo de acuerdo.
Así fue como se retiró a vivir en una villa de su familia cerca de Roma, llevándose a todos sus sirvientes. Cuando sus padres se enteraron se molestaron sobremanera, y sólo la intercesión de Santa Melania la Anciana por su nieta consiguió que respetaran sus acciones.
En 406 Santa Melania se estableció en Nola, cerca de su pariente lejano San Paulino, pero en 408, ante la invasión de los bárbaros, prefirió mudarse a las fincas que su familia poseía en África, en 410.
Ahí precisamente conoció a San Agustín, con quien mantuvo una amistad muy sólida. En esta peregrinación, Santa Melania la Joven iba acompañada de Piniano, su cónyuge, y de su madre, Albina, además de por un centenar de sirvientes.
Esta peculiar comunidad monástica prosiguió luego por Egipto, cuna del monaquismo oriental, donde Santa Melania aprendió mucho sobre el modo de vida de los monjes egipcios.
La peregrinación terminó en Jerusalén; ahí Santa Melania se estableció para llevar una estricta vida eremítica, y mandó construir una pequeña celda al pie del Monte de los Olivos, un lugar privilegiado por muchos otros ascetas.
Luego de que Piniano, su esposo, falleciera en 431, Santa Melania la Joven fundó un monasterio femenino en un lugar muy aislado, seguido de otro masculino años después; ambos dotados de reliquias de santos mártires, así como de extrema severidad, al estilo egipcio.
Al final de la vida de Santa Melania la Joven, la inmensa riqueza que alguna vez poseyó terminó siendo distribuida íntegramente entre los pobres.
El culto a Santa Melania la Joven comenzó casi de inmediato en Oriente, mientras que en Occidente se dio apenas a partir del siglo IX. De manera oficial, su culto fue aprobado en 1908 por el papa San Pío X.
SANTA MELANIA LA JOVEN nos enseña que la voluntad puede conducirnos a una vida virtuosa.
SANTA MELANIA LA JOVEN (383-439) nació en Roma, en el seno de una familia aristócrata.
Santa Melania la Joven nació heredando dos longevos linajes. Era hija del senador Valerio Publicola, de la gens Valeria, y de Celonia Albina, de la gens Celonia, ambas familias de gloriosa ascendencia en Roma.
Por otro lado, también era nieta de Santa Melania la Anciana. Hasta su juventud, Santa Melania la Joven vivió en el palacete que su padre poseía en el centro de Roma.
Siendo una muchacha tuvo oportunidad de conocer a San Jerónimo y al papa San Dámaso, quienes influyeron hondamente en su espíritu.
A los 14 años, Melania se casó con un primo suyo por el lado de la gens Valeria llamado Piniano, quien también alcanzaría la santidad.
Procrearon dos hijos, pero ambos fallecieron de tierna edad. Por eso, a los veinte años Santa Melania la Joven le transmitió a su esposo sus deseos de vivir una vida ascética y monástica. Él estuvo de acuerdo.
Así fue como se retiró a vivir en una villa de su familia cerca de Roma, llevándose a todos sus sirvientes. Cuando sus padres se enteraron se molestaron sobremanera, y sólo la intercesión de Santa Melania la Anciana por su nieta consiguió que respetaran sus acciones.
En 406 Santa Melania se estableció en Nola, cerca de su pariente lejano San Paulino, pero en 408, ante la invasión de los bárbaros, prefirió mudarse a las fincas que su familia poseía en África, en 410.
Ahí precisamente conoció a San Agustín, con quien mantuvo una amistad muy sólida. En esta peregrinación, Santa Melania la Joven iba acompañada de Piniano, su cónyuge, y de su madre, Albina, además de por un centenar de sirvientes.
Esta peculiar comunidad monástica prosiguió luego por Egipto, cuna del monaquismo oriental, donde Santa Melania aprendió mucho sobre el modo de vida de los monjes egipcios.
La peregrinación terminó en Jerusalén; ahí Santa Melania se estableció para llevar una estricta vida eremítica, y mandó construir una pequeña celda al pie del Monte de los Olivos, un lugar privilegiado por muchos otros ascetas.
Luego de que Piniano, su esposo, falleciera en 431, Santa Melania la Joven fundó un monasterio femenino en un lugar muy aislado, seguido de otro masculino años después; ambos dotados de reliquias de santos mártires, así como de extrema severidad, al estilo egipcio.
Al final de la vida de Santa Melania la Joven, la inmensa riqueza que alguna vez poseyó terminó siendo distribuida íntegramente entre los pobres.
El culto a Santa Melania la Joven comenzó casi de inmediato en Oriente, mientras que en Occidente se dio apenas a partir del siglo IX. De manera oficial, su culto fue aprobado en 1908 por el papa San Pío X.
SANTA MELANIA LA JOVEN nos enseña que la voluntad puede conducirnos a una vida virtuosa.
miércoles, 30 de diciembre de 2015
PENSAMIENTOS QUE SANAN- PARA EL 2016
PENSAMIENTOS
QUE SANAN
PENSAMIENTO
CURATIVO
“Yo tengo la
protección del amor de DIOS, en el yo soy seguridad, perdono a quienes me han
ofendido y me perdono a mi mismo por dejarme herir, ahora puedo hacer de mi
vida lo que yo deseo “
“Todo está
bien, el mundo es amable, puedo vivir confiado, yo estoy en paz con la
naturaleza y con la vida”
“Ahora confió
en el proceso de mi vida, me acepto a mi mismo con amor, mi vida transcurre en
completa seguridad”
“Yo estoy
ahora abierto a la vida y lo que ella me ofrezca lo acepto con alegría, ahora
aprendo a mirar el mundo bajo el prisma del amor.”
“Acepto el
divino plan en mi vida como guía, en DIOS yo soy seguridad”
“Mi
pensamiento es ahora de paz de calma y de armonía, imaginando un color azul
rodeando nuestro cuerpo”
“yo ahora
perdono a mis semejantes porque no saben vivir en una forma que a mí me haga
feliz, me perdono a mí mismo, sin depósitos de rabia y de rencor, la vida es
fácil, llana y yo soy libre para disfrutarla.”
“Mis
pensamientos son ahora de armonía, de paz y amistad con mis semejantes, yo me
amo y me acepto a mi mismo ahora me siento libre para ser yo mismo.”
“Con alegría
dejo yo el pasado atrás, ahora estoy en paz”
“Me propongo
vivir ahora en la alegría, estar vivo es mi gran felicidad”
“Ahora
rechazo toda influencia negativa del grupo de gente que me rodea y del
calendario, ahora soy libre de toda gripa y de la congestión mental por
embotellamiento del pensamiento ajeno donde solo cabe el mío”
“El pasado
esta ido y perdonado no lo necesito, lo dejo ir y yo quedo en paz”
“Yo acepto
amorosamente mi cuerpo, mi mente y mis sentimientos”
“Lleno de
amor me perdono a mí mismo, si falte por ignorancia, ahora soy libre”
“Amándome y
aceptándome a mí mismo construyo ahora un mundo amable y pacifico, en el cual
vivir sea un placer”
“Con alegría
dejo atrás el pasado, la vida es dulce, yo estoy lleno de dulzura y amor”
“Yo vivo en
el ahora, cada momento es nuevo para mí, ahora percibo que soy especial y único
en el universo, porque soy una creación perfecta de DIOS, me acepto a mi mismo
con amor”
“Es posible
disfrutar con alegría cada experiencia del día, desde hoy amo la vida”
“Existe para mí
un camino nuevo, siempre mejor porque me enriquece con experiencias no vividas,
yo doy el paso hacia el con confianza y alegría”
“Ahora dejo
que se esfume todo lo que no sea amor, pongo mi futuro en manos de DIOS, confió
en que todo lo que necesito me será concedido a su debido tiempo”
“yo soy una
manifestación de vida que es la expresión creadora del mismo DIOS, cada
instante y ocupación ve activarse en mi la conciencia de mi verdadero AMOR, yo
ahora me doy respaldo a mí mismo y me acepto con amor.”
“Yo soy mismo
quien produce la alegría y la dulzura en cada instante de mi vida, ahora me
concentro en crearlas y no esperar que me lleguen desde afuera”
“Yo soy
seguridad es maravilloso tener sentimientos son normales y aceptables”
“Yo irradio
solo paz y armonía, cuyas vibraciones cubren todo lo que me rodea y vuelven
hacia mí, por eso cada vez me siento mejor más sereno y más feliz”
“Ahora estoy
pronto a escuchar la voz de DIOS en mi y oír es mi gran alegría, la vida es una
y yo soy uno con todo lo que existe”
“La armonía
me rodea, yo escucho con amor todo aquello que es amable, agradable y bueno, yo
estoy centrado en el amor”
“Solo lo
positivo puede funcionar”
VIDA DE SANTOS - 30 de diciembre, día de San Félix I
30 de diciembre, día de San Félix I
Hoy, 30 de diciembre, conmemoramos a San FÉLIX I, 26º Papa.
SAN FÉLIX I (¿210?-274) nació en Roma.
De lo poco que sabemos acerca de la vida de este papa, consta en el Liber Pontificalisque fue hijo de un hombre llamado Constantino.
Tras la muerte del papa San Dionisio, San Félix I fue electo como 26º papa el 5 de enero de 269.
Fue el autor de una importante epístola dogmática sobre la unidad de la persona de Cristo conteniendo sus dos naturalezas, humana y divina.
Con el apoyo del emperador Aureliano, San Félix I dio su venia a Pablo de Samosata en la disputa teológica por la que había sido depuesto como obispo de Antioquía.
A San Félix I se le atribuye un decreto para que las misas se celebraran sobre las tumbas de los mártires, e inicia la costumbre de que éstos sean enterrados bajo el altar mayor de las iglesias.
Se trata de una práctica sacramental importante que establecía los usos de la Iglesia en aquellos primeros inicios.
Debido a una confusión histórica, durante mucho tiempo se creyó que el papa San Félix I había fallecido como mártir, pues es lo que asientan las actas del Concilio de Éfeso, del año 431.
No obstante, en el siglo veinte se descubrió un error de transcripción en el que se copió iun, o sea junio, en vez de ian, o sea enero, lo cual lo había referido a otro mártir del mismo nombre.
San Félix I falleció en Roma el penúltimo día de 274. Fue sucedido por el papa San Eutiquiano.
SAN FÉLIX I nos ofrece un ejemplo de la fervorosa actividad de los primeros papas.
SAN FÉLIX I (¿210?-274) nació en Roma.
De lo poco que sabemos acerca de la vida de este papa, consta en el Liber Pontificalisque fue hijo de un hombre llamado Constantino.
Tras la muerte del papa San Dionisio, San Félix I fue electo como 26º papa el 5 de enero de 269.
Fue el autor de una importante epístola dogmática sobre la unidad de la persona de Cristo conteniendo sus dos naturalezas, humana y divina.
Con el apoyo del emperador Aureliano, San Félix I dio su venia a Pablo de Samosata en la disputa teológica por la que había sido depuesto como obispo de Antioquía.
A San Félix I se le atribuye un decreto para que las misas se celebraran sobre las tumbas de los mártires, e inicia la costumbre de que éstos sean enterrados bajo el altar mayor de las iglesias.
Se trata de una práctica sacramental importante que establecía los usos de la Iglesia en aquellos primeros inicios.
Debido a una confusión histórica, durante mucho tiempo se creyó que el papa San Félix I había fallecido como mártir, pues es lo que asientan las actas del Concilio de Éfeso, del año 431.
No obstante, en el siglo veinte se descubrió un error de transcripción en el que se copió iun, o sea junio, en vez de ian, o sea enero, lo cual lo había referido a otro mártir del mismo nombre.
San Félix I falleció en Roma el penúltimo día de 274. Fue sucedido por el papa San Eutiquiano.
SAN FÉLIX I nos ofrece un ejemplo de la fervorosa actividad de los primeros papas.
martes, 29 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 29 de diciembre, día de Santo Tomás Becket
29 de diciembre, día de Santo Tomás Becket
Hoy, 29 de diciembre, conmemoramos a Santo TOMÁS BECKET, Mártir.
SANTO TOMÁS BECKET (1118-1170) nació en Londres, hijo de un acaudalado comerciante de origen normando.
Gracias al apoyo de su familia, Santo Tomás Becket recibió de joven una formación privilegiada, con estudios en París, Bolonia y Auxerre.
A su regreso a Londres, Santo Tomás Becket formó parte del círculo de personas íntimas del arzobispo de Canterbury, Teobaldo, quien lo ordenó sacerdote en 1146, así como archidiácono suyo.
Este nombramiento lo llevó a la cercanía del joven rey Enrique II, con quien entabló una muy buena amistad. La estimación y confianza que el rey le llegó a tener fueron tales, que en 1155 lo nombró canciller del reino.
En ese elevado puesto Santo Tomás Becket gozaba de la magnificencia y el lujo de la corte, y se mostró siempre como defensor leal de los derechos de su amigo y monarca.
Cuando en 1161 falleció Teobaldo, Enrique II, haciendo uso de una facultad que el papa le había concedido, designó sucesor a Santo Tomás Becket como arzobispo de Canterbury.
A Santo Tomás le tomó tiempo y esfuerzo aceptar lo que a simple vista parecía un privilegio, y antes de hacerlo le advirtió a Enrique II que el nombramiento habría de costarles a ambos la amistad que tanto apreciaban.
Así, en 1162 Santo Tomás Becket se convirtió en arzobispo de Canterbury, y con ello en la autoridad religiosa más importante del reino de Inglaterra.
Al ocupar el cargo, Santo Tomás cambió completamente su forma de vida: repartió sus riquezas entre los pobres, y cotidianamente vivió en el rígido ascetismo de la orden benedictina.
Los acontecimientos sucedieron como él lo había intuido, pues Santo Tomás estaba determinado a defender enérgicamente los derechos de la Iglesia, oponiéndose a que el rey de Inglaterra tuviera primacía sobre el papa y sobre los arzobispos, como pretendía Enrique II.
Así las cosas, en 1164 Santo Tomás se negó a reconocer las “Constituciones de Clarendon”, ordenanzas que estipulaban la sumisión de los obispos a Enrique II.
Esta negativa, además de la franca enemistad del rey, le valió a Santo Tomás Becket el ser exilado a Francia, acusado de alta traición.
Santo Tomás Becket se refugió entonces en Sens, en un monasterio, donde permaneció seis años. En ese sitio tuvo lugar su entrevista con el papa Alejandro III, quien le recomendó la moderación.
Fue por eso que en 1170 Santo Tomás aceptó la oferta de paz que le extendió Enrique II. Aun intuyendo que su muerte sería inminente, regresó a Inglaterra, y en Londres fue recibido con entusiasmo por sus seguidores. Su postura política, empero, se volvía cada vez más incómoda para el régimen.
Entonces, un par de días antes del final de ese año, cuatro personajes allegados a Enrique II se presentaron para ultimar al arzobispo, quien se encontraba de rodillas ante el altar mayor de la catedral de Canterbury. Santo Tomás Becket fue asesinado de un tajo de espada en el cráneo.
Tras el crimen, de manera espontánea surgió un fervoroso culto por este defensor de la Iglesia, y su tumba se convirtió muy pronto en un concurrido lugar de peregrinación.
Tan solo tres años después, Santo Tomás Becket fue canonizado en 1173 por el papa Alejandro III, quien lo designó “Mártir de los derechos y libertades de la Iglesia”.
Las circunstancias en torno a la vida de Santo Tomás Becket anteceden lamentablemente el cisma protestante que habría de ocurrir cuatro siglos después.
SANTO TOMÁS BECKET nos ofrece un ejemplo de celo y responsabilidad al ejercer los cargos más elevados.
SANTO TOMÁS BECKET (1118-1170) nació en Londres, hijo de un acaudalado comerciante de origen normando.
Gracias al apoyo de su familia, Santo Tomás Becket recibió de joven una formación privilegiada, con estudios en París, Bolonia y Auxerre.
A su regreso a Londres, Santo Tomás Becket formó parte del círculo de personas íntimas del arzobispo de Canterbury, Teobaldo, quien lo ordenó sacerdote en 1146, así como archidiácono suyo.
Este nombramiento lo llevó a la cercanía del joven rey Enrique II, con quien entabló una muy buena amistad. La estimación y confianza que el rey le llegó a tener fueron tales, que en 1155 lo nombró canciller del reino.
En ese elevado puesto Santo Tomás Becket gozaba de la magnificencia y el lujo de la corte, y se mostró siempre como defensor leal de los derechos de su amigo y monarca.
Cuando en 1161 falleció Teobaldo, Enrique II, haciendo uso de una facultad que el papa le había concedido, designó sucesor a Santo Tomás Becket como arzobispo de Canterbury.
A Santo Tomás le tomó tiempo y esfuerzo aceptar lo que a simple vista parecía un privilegio, y antes de hacerlo le advirtió a Enrique II que el nombramiento habría de costarles a ambos la amistad que tanto apreciaban.
Así, en 1162 Santo Tomás Becket se convirtió en arzobispo de Canterbury, y con ello en la autoridad religiosa más importante del reino de Inglaterra.
Al ocupar el cargo, Santo Tomás cambió completamente su forma de vida: repartió sus riquezas entre los pobres, y cotidianamente vivió en el rígido ascetismo de la orden benedictina.
Los acontecimientos sucedieron como él lo había intuido, pues Santo Tomás estaba determinado a defender enérgicamente los derechos de la Iglesia, oponiéndose a que el rey de Inglaterra tuviera primacía sobre el papa y sobre los arzobispos, como pretendía Enrique II.
Así las cosas, en 1164 Santo Tomás se negó a reconocer las “Constituciones de Clarendon”, ordenanzas que estipulaban la sumisión de los obispos a Enrique II.
Esta negativa, además de la franca enemistad del rey, le valió a Santo Tomás Becket el ser exilado a Francia, acusado de alta traición.
Santo Tomás Becket se refugió entonces en Sens, en un monasterio, donde permaneció seis años. En ese sitio tuvo lugar su entrevista con el papa Alejandro III, quien le recomendó la moderación.
Fue por eso que en 1170 Santo Tomás aceptó la oferta de paz que le extendió Enrique II. Aun intuyendo que su muerte sería inminente, regresó a Inglaterra, y en Londres fue recibido con entusiasmo por sus seguidores. Su postura política, empero, se volvía cada vez más incómoda para el régimen.
Entonces, un par de días antes del final de ese año, cuatro personajes allegados a Enrique II se presentaron para ultimar al arzobispo, quien se encontraba de rodillas ante el altar mayor de la catedral de Canterbury. Santo Tomás Becket fue asesinado de un tajo de espada en el cráneo.
Tras el crimen, de manera espontánea surgió un fervoroso culto por este defensor de la Iglesia, y su tumba se convirtió muy pronto en un concurrido lugar de peregrinación.
Tan solo tres años después, Santo Tomás Becket fue canonizado en 1173 por el papa Alejandro III, quien lo designó “Mártir de los derechos y libertades de la Iglesia”.
Las circunstancias en torno a la vida de Santo Tomás Becket anteceden lamentablemente el cisma protestante que habría de ocurrir cuatro siglos después.
SANTO TOMÁS BECKET nos ofrece un ejemplo de celo y responsabilidad al ejercer los cargos más elevados.
VIDA DE SANTOS - 28 de diciembre, día de San Gaspar de Búfalo
28 de diciembre, día de San Gaspar de Búfalo
Hoy, 28 de diciembre, conmemoramos a San GASPAR del BÚFALO, Fundador.
SAN GASPAR DEL BÚFALO (1786-1837) nació en Roma, en el seno de una familia dedicada a la servidumbre.
Con el nombre de Gaspar Melchor Baltazar vino al mundo el hijo de Antonio del Búfalo, cocinero de la familia de un príncipe, y de Anunciata Quartieroni.
De niño, San Gaspar fue muy enfermizo, y con su madre pasaba mucho tiempo en la iglesia. Cuando enfermó de la vista, su curación fue atribuida a San Francisco Xavier; Gaspar conservó toda su vida devoción por ese santo.
En 1808, San Gaspar del Búfalo fue ordenado sacerdote en la basílica de San Juan de Letrán, en Roma; su vocación principal fue predicar entre el campesinado pobre.
Poco tiempo después, Napoleón Bonaparte se apoderó militarmente de la Ciudad Eterna. Por negarse a jurarle fidelidad, San Gaspar del Búfalo fue encarcelado; cuatro años estuvo preso en las cárceles de Bolonia, Imola y Córcega.
Cuando Napoleón fue derrotado por fin en 1814, San Gaspar pudo regresar a Roma, cuya normalidad se restablecía poco a poco.
Sabiendo de su experiencia entre los campesinos pobres, el papa Pío VII le encomendó predicar con fervor por los rincones más remotos de Italia, con el fin de apoyar la restauración moral y religiosa del país.
En estas circunstancias, San Gaspar del Búfalo fundó en 1815 la Congregación de los Misioneros de la Preciosa Sangre de Cristo, con el objetivo de predicar y evangelizar luego de los años de la invasión napoleónica, tan difíciles para la Iglesia.
En 1834, junto con la madre María de Matías, estableció la rama femenina de su Congregación, las Hermanas de la Adoración de la Preciosísima Sangre.
San Gaspar insistió siempre en que las casas de sus Misioneros se establecieran en los barrios más marginados de las ciudades, o en las regiones más conflictivas.
Antes de cumplir los 52 años de edad falleció en Roma San Gaspar del Búfalo. Fue canonizado por el papa Pío XII en 1954.
SAN GASPAR DEL BÚFALO nos enseña la importancia de trabajar con entusiasmo en las épocas difíciles.
SAN GASPAR DEL BÚFALO (1786-1837) nació en Roma, en el seno de una familia dedicada a la servidumbre.
Con el nombre de Gaspar Melchor Baltazar vino al mundo el hijo de Antonio del Búfalo, cocinero de la familia de un príncipe, y de Anunciata Quartieroni.
De niño, San Gaspar fue muy enfermizo, y con su madre pasaba mucho tiempo en la iglesia. Cuando enfermó de la vista, su curación fue atribuida a San Francisco Xavier; Gaspar conservó toda su vida devoción por ese santo.
En 1808, San Gaspar del Búfalo fue ordenado sacerdote en la basílica de San Juan de Letrán, en Roma; su vocación principal fue predicar entre el campesinado pobre.
Poco tiempo después, Napoleón Bonaparte se apoderó militarmente de la Ciudad Eterna. Por negarse a jurarle fidelidad, San Gaspar del Búfalo fue encarcelado; cuatro años estuvo preso en las cárceles de Bolonia, Imola y Córcega.
Cuando Napoleón fue derrotado por fin en 1814, San Gaspar pudo regresar a Roma, cuya normalidad se restablecía poco a poco.
Sabiendo de su experiencia entre los campesinos pobres, el papa Pío VII le encomendó predicar con fervor por los rincones más remotos de Italia, con el fin de apoyar la restauración moral y religiosa del país.
En estas circunstancias, San Gaspar del Búfalo fundó en 1815 la Congregación de los Misioneros de la Preciosa Sangre de Cristo, con el objetivo de predicar y evangelizar luego de los años de la invasión napoleónica, tan difíciles para la Iglesia.
En 1834, junto con la madre María de Matías, estableció la rama femenina de su Congregación, las Hermanas de la Adoración de la Preciosísima Sangre.
San Gaspar insistió siempre en que las casas de sus Misioneros se establecieran en los barrios más marginados de las ciudades, o en las regiones más conflictivas.
Antes de cumplir los 52 años de edad falleció en Roma San Gaspar del Búfalo. Fue canonizado por el papa Pío XII en 1954.
SAN GASPAR DEL BÚFALO nos enseña la importancia de trabajar con entusiasmo en las épocas difíciles.
27 de diciembre, día de San Juan
27 de diciembre, día de San Juan
Hoy, 27 de diciembre, conmemoramos a San JUAN, Apóstol y Evangelista.
SAN JUAN (¿?-98/101) nació en Betsaida, el actual El Aradsch, cerca de Mahjar, en Siria.
San Juan fue hijo de Zebedeo y de Salomé, y hermano de otro de los Apóstoles, Jacobo el Mayor; ambos eran pescadores. Por su temperamento enérgico, Jesús los llamaba “hijos del trueno”.
Primeramente San Juan fue discípulo de San Juan Bautista, y luego siguió a Jesús, convirtiéndose en su “apóstol querido”. San Juan era el más joven de los discípulos de Jesús, y asimismo fue el más longevo.
Tal vez se recuerda más a San Juan porque fue el apóstol que descansó su cabeza en el hombro del Maestro en la Última Cena. También fue el único de ellos que estuvo al pie de la Cruz, y fue quien después se hizo cargo de la Virgen María.
Por tradición existe el acuerdo de identificar a San Juan el Apóstol con San Juan el Evangelista, y a éste con el autor del Apocalipsis, el último libro del Nuevo Testamento y el único de carácter profético.
De tratarse de la misma persona, tras la muerte de Jesús a San Juan predicó desde antes del año 57 en Asia Menor, y se estableció concretamente en Éfeso, actualmente ciudad en ruinas en Selçuk, Turquía.
El apostolado de San Juan al frente de la Iglesia de Éfeso tuvo notable éxito en la difusión del primitivo cristianismo, y duró largos años.
Sin embargo, con las persecuciones contra cristianos ordenadas por el emperador Domiciano San Juan se vio en problemas al negarse a rendir a rendir culto en el templo de Diana-Artemisa.
El sacerdote mayor le ordenó entonces beber un veneno de la misma copa de la que frente a sus ojos habían bebido dos malhechores, cayendo muertos en el acto.
Se cuenta que San Juan hizo la señal de la Cruz sobre la copa, y a continuación el veneno se transformó en una serpiente que se deslizó fuera del recipiente; San Juan bebió sin que le ocurriera nada, y además echó su túnica sobre los dos infelices, quienes instantáneamente recuperaron la vida.
Hacia el año 95 San Juan fue llevado prisionero a Roma, donde en la Porta Latina fue condenado al suplicio de recibir un baño de aceite hirviendo, pero San Juan lo recibió como si de agua fresca se tratara.
Entonces lo condenaron al exilio en la isla de Patmos, a unos 70 kilómetros de Éfeso. Fue en ese lugar donde se cree que tuvo las revelaciones del Apocalipsis y donde escribió ese libro.
Con el emperador Nerva (96-98), más tolerante hacia los cristianos, San Juan pudo regresar a Éfeso, donde habría redactado su Evangelio, tal vez el más espiritual y conceptual de todos.
San Juan falleció de avanzada edad en Éfeso. Por las alturas que alcanza su teología, a San Juan se le atribuye como símbolo un águila.
SAN JUAN nos enseña los fundamentos originales de la doctrina de Jesús.
SAN JUAN (¿?-98/101) nació en Betsaida, el actual El Aradsch, cerca de Mahjar, en Siria.
San Juan fue hijo de Zebedeo y de Salomé, y hermano de otro de los Apóstoles, Jacobo el Mayor; ambos eran pescadores. Por su temperamento enérgico, Jesús los llamaba “hijos del trueno”.
Primeramente San Juan fue discípulo de San Juan Bautista, y luego siguió a Jesús, convirtiéndose en su “apóstol querido”. San Juan era el más joven de los discípulos de Jesús, y asimismo fue el más longevo.
Tal vez se recuerda más a San Juan porque fue el apóstol que descansó su cabeza en el hombro del Maestro en la Última Cena. También fue el único de ellos que estuvo al pie de la Cruz, y fue quien después se hizo cargo de la Virgen María.
Por tradición existe el acuerdo de identificar a San Juan el Apóstol con San Juan el Evangelista, y a éste con el autor del Apocalipsis, el último libro del Nuevo Testamento y el único de carácter profético.
De tratarse de la misma persona, tras la muerte de Jesús a San Juan predicó desde antes del año 57 en Asia Menor, y se estableció concretamente en Éfeso, actualmente ciudad en ruinas en Selçuk, Turquía.
El apostolado de San Juan al frente de la Iglesia de Éfeso tuvo notable éxito en la difusión del primitivo cristianismo, y duró largos años.
Sin embargo, con las persecuciones contra cristianos ordenadas por el emperador Domiciano San Juan se vio en problemas al negarse a rendir a rendir culto en el templo de Diana-Artemisa.
El sacerdote mayor le ordenó entonces beber un veneno de la misma copa de la que frente a sus ojos habían bebido dos malhechores, cayendo muertos en el acto.
Se cuenta que San Juan hizo la señal de la Cruz sobre la copa, y a continuación el veneno se transformó en una serpiente que se deslizó fuera del recipiente; San Juan bebió sin que le ocurriera nada, y además echó su túnica sobre los dos infelices, quienes instantáneamente recuperaron la vida.
Hacia el año 95 San Juan fue llevado prisionero a Roma, donde en la Porta Latina fue condenado al suplicio de recibir un baño de aceite hirviendo, pero San Juan lo recibió como si de agua fresca se tratara.
Entonces lo condenaron al exilio en la isla de Patmos, a unos 70 kilómetros de Éfeso. Fue en ese lugar donde se cree que tuvo las revelaciones del Apocalipsis y donde escribió ese libro.
Con el emperador Nerva (96-98), más tolerante hacia los cristianos, San Juan pudo regresar a Éfeso, donde habría redactado su Evangelio, tal vez el más espiritual y conceptual de todos.
San Juan falleció de avanzada edad en Éfeso. Por las alturas que alcanza su teología, a San Juan se le atribuye como símbolo un águila.
SAN JUAN nos enseña los fundamentos originales de la doctrina de Jesús.
sábado, 26 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 26 de diciembre, día de San Esteban
VIDA DE SANTOS: SAN MARINO, SAN ESTEBAN MARTIR
viernes, 26 de diciembre de 2014
viernes, 26 de diciembre de 2014
26 de diciembre, día de San Esteban
Hoy, 26 de diciembre, conmemoramos a San ESTEBAN, Protomártir.
SAN ESTEBAN (¿1?-36/40) nació en Jerusalén; fue contemporáneo de Jesús.
Judío de tradición helenista, San Esteban fue el primero de los siete diáconos de la comunidad cristiana primitiva de Jerusalén.
Los diáconos, que en un principio eran consagrados directamente por los Apóstoles, ejercían un cargo de asistencia social en aspectos en los que existía desacuerdo entre la perspectiva helenista y la judía tradicional, como el cuidado de las viudas y los huérfanos.
Por los Hechos de los Apóstolessabemos que San Esteban era un predicador muy estimado, y que con sus discursos acerca de la Resurrección de Jesús logró convertir a muchos de los que fueron propiamente los primeros de todos los cristianos.
Debido a su éxito, también se ganó la animadversión de muchos ortodoxos, y a la menor oportunidad fue acusado de contravenir la ley de Moisés y blasfemar contra Dios.
Cuando los jueces de la sinagoga le increparon si era cierto lo que se decía, San Esteban les respondió con un inflamado discurso, el más extenso de los de los Hechos de los Apóstoles, con el que intentaba convencerles de que los tiempos habían cambiado con la llegada del Redentor.
Las palabras de San Esteban sólo llenaron de ira a las autoridades y encendieron a la multitud. A continuación lo condujeron a las afueras de Jerusalén para apedrearlo.
Un joven que había llegado del extranjero, llamado Saulo, contemplaba horrorizado la escena; él sería el futuro apóstol San Pablo.
Mientras moría lapidado, San Esteban se puso de rodillas y rezó por el perdón de sus asesinos, pidiéndole al Señor que no tomara en cuenta ese pecado.
De San Esteban se dice que es el protomártir, pues fue el primero de todos los mártires que murieron a causa de su fe.
SAN ESTEBAN nos enseña el principio fundamental del perdón.
SAN ESTEBAN (¿1?-36/40) nació en Jerusalén; fue contemporáneo de Jesús.
Judío de tradición helenista, San Esteban fue el primero de los siete diáconos de la comunidad cristiana primitiva de Jerusalén.
Los diáconos, que en un principio eran consagrados directamente por los Apóstoles, ejercían un cargo de asistencia social en aspectos en los que existía desacuerdo entre la perspectiva helenista y la judía tradicional, como el cuidado de las viudas y los huérfanos.
Por los Hechos de los Apóstolessabemos que San Esteban era un predicador muy estimado, y que con sus discursos acerca de la Resurrección de Jesús logró convertir a muchos de los que fueron propiamente los primeros de todos los cristianos.
Debido a su éxito, también se ganó la animadversión de muchos ortodoxos, y a la menor oportunidad fue acusado de contravenir la ley de Moisés y blasfemar contra Dios.
Cuando los jueces de la sinagoga le increparon si era cierto lo que se decía, San Esteban les respondió con un inflamado discurso, el más extenso de los de los Hechos de los Apóstoles, con el que intentaba convencerles de que los tiempos habían cambiado con la llegada del Redentor.
Las palabras de San Esteban sólo llenaron de ira a las autoridades y encendieron a la multitud. A continuación lo condujeron a las afueras de Jerusalén para apedrearlo.
Un joven que había llegado del extranjero, llamado Saulo, contemplaba horrorizado la escena; él sería el futuro apóstol San Pablo.
Mientras moría lapidado, San Esteban se puso de rodillas y rezó por el perdón de sus asesinos, pidiéndole al Señor que no tomara en cuenta ese pecado.
De San Esteban se dice que es el protomártir, pues fue el primero de todos los mártires que murieron a causa de su fe.
SAN ESTEBAN nos enseña el principio fundamental del perdón.
viernes, 25 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 25 de diciembre, día de Santa Eugenia
25 de diciembre, día de Santa Eugenia
Hoy, 25 de diciembre, conmemoramos a Santa EUGENIA, Mártir.
SANTA EUGENIA (¿?-¿258?) nació probablemente en Alejandría, Egipto, que era entonces una provincia del Imperio Romano.
Las relaciones de la vida de Santa Eugenia en sus diferentes versiones (en lenguas griega, armenia, siria y etíope) coinciden todas en una situación notable.
Santa Eugenia era hija de un noble romano llamado Philippo y de su esposa Claudia. Philippo fue nombrado Prefecto de Alejandría de Egipto, por lo que se estableció ahí con su familia.
Desde niña demostró una inteligencia muy despierta y muchas inquietudes, entre ellas conocer el cristianismo, aunque fuera a espaldas de sus padres.
Cuando sus padres la comprometieron con Aquilio, el hijo del cónsul, Santa Eugenia se rehusó a obedecerles, y escapó junto con sus eunucos Jacinto y Proto.
Vestida como hombre, Santa Eugenia ingresó en un monasterio, ya que no había monasterios para mujeres, y adoptó el nombre de Eugenio. Su familia, mientras tanto, la creía perdida y la había dado por muerta.
El monje Eugenio se distinguió por sus excepcionales virtudes espirituales, al grado de que sus hermanos lo nombraron abad, y su renombre se difundió sin que nadie supiera que se trataba de una dama vestida de varón.
Atraída por su fama de santidad, una matrona de nombre Melancia quiso conocerle, y viéndolo se enamoró del abad. Santa Eugenia la rechazó, y como Melancia se sintió despechada denunció al abad Eugenio por conducta inmoral, acusándolo de algo que era incapaz de realizar.
Se inició un proceso, durante el cual la única manera de salvar su honor fue para Santa Eugenia revelar toda la verdad al prefecto, quien felizmente era Philippo, su padre.
La familia celebró con gran alegría el reencuentro con Santa Eugenia, y todos se convirtieron al cristianismo. Philippo llegó a destacar tanto por ayudar a los pobres, que los ciudadanos de Alejandría lo nombraron Obispo de la ciudad.
El resto de la familia se trasladó a Roma, donde Santa Eugenia y Claudia, su madre, fundaron un asilo para viudas y se dedicaron a enseñar la doctrina. Claudia atendía a las ancianas, mientras que su hija se hacía cargo de las jóvenes.
Una muchacha llamada Basilia, al enterarse de que Santa Eugenia profesaba el cristianismo, la denunció a las autoridades, junto con Claudia, Proto y Jacinto. Era la época de las persecuciones del emperador Valeriano.
Por negarse a adorar a los dioses paganos, Santa Eugenia fue martirizada de diversas maneras, hasta que finalmente fue ultimada con la espada. De esta forma, Santa Eugenia ofrendó finalmente su cuerpo al Señor.
SANTA EUGENIA nos enseña que la fe es más importante que las diferencias de sexo
SANTA EUGENIA (¿?-¿258?) nació probablemente en Alejandría, Egipto, que era entonces una provincia del Imperio Romano.
Las relaciones de la vida de Santa Eugenia en sus diferentes versiones (en lenguas griega, armenia, siria y etíope) coinciden todas en una situación notable.
Santa Eugenia era hija de un noble romano llamado Philippo y de su esposa Claudia. Philippo fue nombrado Prefecto de Alejandría de Egipto, por lo que se estableció ahí con su familia.
Desde niña demostró una inteligencia muy despierta y muchas inquietudes, entre ellas conocer el cristianismo, aunque fuera a espaldas de sus padres.
Cuando sus padres la comprometieron con Aquilio, el hijo del cónsul, Santa Eugenia se rehusó a obedecerles, y escapó junto con sus eunucos Jacinto y Proto.
Vestida como hombre, Santa Eugenia ingresó en un monasterio, ya que no había monasterios para mujeres, y adoptó el nombre de Eugenio. Su familia, mientras tanto, la creía perdida y la había dado por muerta.
El monje Eugenio se distinguió por sus excepcionales virtudes espirituales, al grado de que sus hermanos lo nombraron abad, y su renombre se difundió sin que nadie supiera que se trataba de una dama vestida de varón.
Atraída por su fama de santidad, una matrona de nombre Melancia quiso conocerle, y viéndolo se enamoró del abad. Santa Eugenia la rechazó, y como Melancia se sintió despechada denunció al abad Eugenio por conducta inmoral, acusándolo de algo que era incapaz de realizar.
Se inició un proceso, durante el cual la única manera de salvar su honor fue para Santa Eugenia revelar toda la verdad al prefecto, quien felizmente era Philippo, su padre.
La familia celebró con gran alegría el reencuentro con Santa Eugenia, y todos se convirtieron al cristianismo. Philippo llegó a destacar tanto por ayudar a los pobres, que los ciudadanos de Alejandría lo nombraron Obispo de la ciudad.
El resto de la familia se trasladó a Roma, donde Santa Eugenia y Claudia, su madre, fundaron un asilo para viudas y se dedicaron a enseñar la doctrina. Claudia atendía a las ancianas, mientras que su hija se hacía cargo de las jóvenes.
Una muchacha llamada Basilia, al enterarse de que Santa Eugenia profesaba el cristianismo, la denunció a las autoridades, junto con Claudia, Proto y Jacinto. Era la época de las persecuciones del emperador Valeriano.
Por negarse a adorar a los dioses paganos, Santa Eugenia fue martirizada de diversas maneras, hasta que finalmente fue ultimada con la espada. De esta forma, Santa Eugenia ofrendó finalmente su cuerpo al Señor.
SANTA EUGENIA nos enseña que la fe es más importante que las diferencias de sexo
jueves, 24 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 24 de diciembre, día de Santa Paula Isabel Cerioli
vida de santos - san gregorio y san paulo
miércoles, 24 de diciembre de 2014
24 de diciembre, día de Santa Paula Isabel Cerioli
Hoy, 24 de diciembre, conmemoramos a Santa PAULA ISABEL CERIOLI, Fundadora.
SANTA PAULA ISABEL CERIOLI (1816-1865) nació en Soncino, en Cremona, Italia, en una familia acaudalada de la nobleza local.
Constanza Cerioli, la futura Santa Paula Isabel, fue hija de Francesco Cerioli y de Francesca Corniani, quienes le proporcionaron una sólida educación cristiana.
Hasta los 16 años estudió con las Hermanas de la Visitación, en Alzano, donde la joven destacó por su bondad de ánimo y comenzó a desplegar sus grandes virtudes espirituales.
En 1835, cuando ella tenía 19, fue casada por sus padres con Gaetano Buzecchi, un hombre noble y rico que era 60 años mayor que ella. Con él se trasladó a Comonte, en Bérgamo.
En su matrimonio con un hombre tan distante, Santa Paula Isabel Cerioli se mostró siempre generosa, paciente y dócil; con él tuvo tres hijos, pero uno murió al nacer, otro con un año de edad, y el tercero no pasó de la adolescencia.
Cuando su marido falleció también, en 1857, ella se encontró siendo una mujer rica y viuda de 38 años de edad. Decidió entonces dedicarse a obras de caridad, para lo cual empeñó su inmenso patrimonio.
Ese mismo año fundó el Instituto de la Sagrada Familia, consagrado a la educación de niños huérfanos y de familias campesinas humildes. Allí fue donde Constanza adoptó el nombre de Sor Paula Isabel.
Después de algunos años fundó también los “Hermanos y Hermanas de la Sagrada Familia”, institución dedicada al apostolado entre los campesinos con mayor marginación.
Ella en persona escribió las Reglas para sus institutos, las cuales fueron aprobadas por el obispo de Bérgamo, que las consideró un conjunto de sabios preceptos.
La vida de Santa Paula Isabel se consumió en su intensa labor de asistencia social y actividad religiosa, y falleció con sólo 49 años de edad en Comonte la Nochebuena de 1865.
Santa Paula Isabel Cerioli fue canonizada como modelo de santidad por el papa Juan Pablo II en 2004.
SANTA PAULA ISABEL CERIOLI nos enseña la importancia de cultivar nuestras virtudes espirituales.
SANTA PAULA ISABEL CERIOLI (1816-1865) nació en Soncino, en Cremona, Italia, en una familia acaudalada de la nobleza local.
Constanza Cerioli, la futura Santa Paula Isabel, fue hija de Francesco Cerioli y de Francesca Corniani, quienes le proporcionaron una sólida educación cristiana.
Hasta los 16 años estudió con las Hermanas de la Visitación, en Alzano, donde la joven destacó por su bondad de ánimo y comenzó a desplegar sus grandes virtudes espirituales.
En 1835, cuando ella tenía 19, fue casada por sus padres con Gaetano Buzecchi, un hombre noble y rico que era 60 años mayor que ella. Con él se trasladó a Comonte, en Bérgamo.
En su matrimonio con un hombre tan distante, Santa Paula Isabel Cerioli se mostró siempre generosa, paciente y dócil; con él tuvo tres hijos, pero uno murió al nacer, otro con un año de edad, y el tercero no pasó de la adolescencia.
Cuando su marido falleció también, en 1857, ella se encontró siendo una mujer rica y viuda de 38 años de edad. Decidió entonces dedicarse a obras de caridad, para lo cual empeñó su inmenso patrimonio.
Ese mismo año fundó el Instituto de la Sagrada Familia, consagrado a la educación de niños huérfanos y de familias campesinas humildes. Allí fue donde Constanza adoptó el nombre de Sor Paula Isabel.
Después de algunos años fundó también los “Hermanos y Hermanas de la Sagrada Familia”, institución dedicada al apostolado entre los campesinos con mayor marginación.
Ella en persona escribió las Reglas para sus institutos, las cuales fueron aprobadas por el obispo de Bérgamo, que las consideró un conjunto de sabios preceptos.
La vida de Santa Paula Isabel se consumió en su intensa labor de asistencia social y actividad religiosa, y falleció con sólo 49 años de edad en Comonte la Nochebuena de 1865.
Santa Paula Isabel Cerioli fue canonizada como modelo de santidad por el papa Juan Pablo II en 2004.
SANTA PAULA ISABEL CERIOLI nos enseña la importancia de cultivar nuestras virtudes espirituales.
miércoles, 23 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 23 de diciembre, día de San Antonio de Santa Ana Galvão
martes, 23 de diciembre de 2014
23 de diciembre, día de San Antonio de Santa Ana Galvão
Hoy, 23 de diciembre, conmemoramos a San ANTONIO de SANTA ANA GALVÃO, Sacerdote.
SAN ANTONIO DE SANTA ANA GALVÃO (1739-1822) nació en Guaratinguetá, en el estado de São Paulo, Brasil.
Hijo de Antonio Galvão de França, antiguo Capitán Mayor de la ciudad, y de Isabel Leite de Barros, madre de once hijos, San Antonio de Santa Ana creció en un ambiente profundamente cristiano.
Su padre, comerciante acaudalado, pertenecía a la Tercera Orden de los Franciscanos y de los Carmelitas, y era conocido por su generosidad; su madre, también muy religiosa, falleció con 38 años de edad.
A los 13 años, San Antonio recibió una sólida fundación humanista en el seminario jesuita de Belem, en Bahía, pero más tarde, debido a los problemas políticos de la Compañía de Jesús, pasó al convento de Taubaté, cerca de su ciudad natal, de Franciscanos Descalzos Reformados.
En 1760 realizó su noviciado en el convento de San Buenaventura, en Río de Janeiro, donde fue ordenado sacerdote dos años después.
Siendo muy devoto de la Virgen María (“hijo y esclavo perpetuo de María Inmaculada”), eligió para sí mismo el nombre de la madre de ella. Aunque familiarmente se le conocía como Fray Galvão.
A continuación, el padre Galvão fue enviado al Convento de San Francisco, en São Paulo, para perfeccionar sus estudios de teología y filosofía. Fue designado como predicador, confesor de legos y portero del convento.
Como confesor fue especialmente estimado y buscado, y en muchas ocasiones lo llamaban desde lugares muy distantes, a los que se trasladaba caminando, incluso 60 kilómetros.
Por este motivo, en 1769 fue nombrado confesor de un grupo de mujeres piadosas, las “Recogidas de Santa Teresa”, en São Paulo.
En este recogimiento conoció a la hermana Helena María del Espíritu Santo, quien le habló de visiones que tenía donde Jesús le pedía fundar un nuevo Recogimiento.
Convencido, San Antonio de Santa Ana ayudó con la construcción de la casa, y en 1774 se inauguró el Recogimiento de Nuestra Señora de la Concepción de la Divina Providencia.
Al año siguiente, sor Helena María falleció de pronto, y el padre Galvão quedó como único protector de las recogidas. La comunidad creció con él al frente, labor que mantuvo durante catorce años.
Para ellas escribió un estatuto, que fue una extraordinaria guía para la vida interior y la disciplina religiosa. Éste es el principal escrito que nos legó San Antonio de Santa Ana, y donde su personalidad se plasma mejor.
Otros catorce años adicionales, de 1788 a 1802, tomó la construcción de la iglesia anexa; en la obra, San Antonio fue arquitecto, maestro de obras, e incluso picapedrero.
La obra completa, a la que en la actualidad se conoce como Monasterio de Nuestra Señora de la Luz, fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1988; ahí reposan sus restos mortales.
Ya en vida, Fray Galvão gozaba de un aura de santidad, y era muy querido por todos los ciudadanos; al grado de que muchas veces intercedieron por él para que permaneciera en São Paulo.
A San Antonio de Santa Ana se le atribuyen en vida numerosos milagros de curar personas enfermas por medio de oraciones a la Virgen María; asimismo se le atribuyen fenómenos místicos, como los éxtasis y la levitación.
El papa Benedicto XVI canonizó en 2007 a San Antonio de Santa Ana Galvão. Es el primer santo nacido en Brasil.
SAN ANTONIO DE SANTA ANA GALVÃO nos enseña el valor de la paz y la caridad para ofrendarnos a los demás.
SAN ANTONIO DE SANTA ANA GALVÃO (1739-1822) nació en Guaratinguetá, en el estado de São Paulo, Brasil.
Hijo de Antonio Galvão de França, antiguo Capitán Mayor de la ciudad, y de Isabel Leite de Barros, madre de once hijos, San Antonio de Santa Ana creció en un ambiente profundamente cristiano.
Su padre, comerciante acaudalado, pertenecía a la Tercera Orden de los Franciscanos y de los Carmelitas, y era conocido por su generosidad; su madre, también muy religiosa, falleció con 38 años de edad.
A los 13 años, San Antonio recibió una sólida fundación humanista en el seminario jesuita de Belem, en Bahía, pero más tarde, debido a los problemas políticos de la Compañía de Jesús, pasó al convento de Taubaté, cerca de su ciudad natal, de Franciscanos Descalzos Reformados.
En 1760 realizó su noviciado en el convento de San Buenaventura, en Río de Janeiro, donde fue ordenado sacerdote dos años después.
Siendo muy devoto de la Virgen María (“hijo y esclavo perpetuo de María Inmaculada”), eligió para sí mismo el nombre de la madre de ella. Aunque familiarmente se le conocía como Fray Galvão.
A continuación, el padre Galvão fue enviado al Convento de San Francisco, en São Paulo, para perfeccionar sus estudios de teología y filosofía. Fue designado como predicador, confesor de legos y portero del convento.
Como confesor fue especialmente estimado y buscado, y en muchas ocasiones lo llamaban desde lugares muy distantes, a los que se trasladaba caminando, incluso 60 kilómetros.
Por este motivo, en 1769 fue nombrado confesor de un grupo de mujeres piadosas, las “Recogidas de Santa Teresa”, en São Paulo.
En este recogimiento conoció a la hermana Helena María del Espíritu Santo, quien le habló de visiones que tenía donde Jesús le pedía fundar un nuevo Recogimiento.
Convencido, San Antonio de Santa Ana ayudó con la construcción de la casa, y en 1774 se inauguró el Recogimiento de Nuestra Señora de la Concepción de la Divina Providencia.
Al año siguiente, sor Helena María falleció de pronto, y el padre Galvão quedó como único protector de las recogidas. La comunidad creció con él al frente, labor que mantuvo durante catorce años.
Para ellas escribió un estatuto, que fue una extraordinaria guía para la vida interior y la disciplina religiosa. Éste es el principal escrito que nos legó San Antonio de Santa Ana, y donde su personalidad se plasma mejor.
Otros catorce años adicionales, de 1788 a 1802, tomó la construcción de la iglesia anexa; en la obra, San Antonio fue arquitecto, maestro de obras, e incluso picapedrero.
La obra completa, a la que en la actualidad se conoce como Monasterio de Nuestra Señora de la Luz, fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1988; ahí reposan sus restos mortales.
Ya en vida, Fray Galvão gozaba de un aura de santidad, y era muy querido por todos los ciudadanos; al grado de que muchas veces intercedieron por él para que permaneciera en São Paulo.
A San Antonio de Santa Ana se le atribuyen en vida numerosos milagros de curar personas enfermas por medio de oraciones a la Virgen María; asimismo se le atribuyen fenómenos místicos, como los éxtasis y la levitación.
El papa Benedicto XVI canonizó en 2007 a San Antonio de Santa Ana Galvão. Es el primer santo nacido en Brasil.
SAN ANTONIO DE SANTA ANA GALVÃO nos enseña el valor de la paz y la caridad para ofrendarnos a los demás.
martes, 22 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 22 de diciembre, día de Santa Francisca Xavier Cabrini
22 de diciembre, día de Santa Francisca Xavier Cabrini
Hoy, 22 de diciembre, conmemoramos a Santa FRANCISCA XAVIER CABRINI, Fundadora.
SANTA FRANCISCA XAVIER CABRINI (1850-1917) nació en Sant’Angelo Lodigiano, cerca de Milán, Italia.
Santa Francisca fue la última de 13 hijos de un matrimonio de campesinos; a pesar de quedar huérfana muy pronto, ya desde pequeña se interesó por ayudar a otros niños necesitados.
De joven quiso ingresar a un convento, pero no fue admitida a causa de su delicada salud. Santa Francisca Xavier se dedicó entonces a servir en el orfanatorio de Codogno, al cual llegó a dirigir.
En 1880, Santa Francisca Xavier Cabrini fundó la Orden de las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón, poniéndola bajo la protección de San Francisco Xavier, de quien ella tomó el nombre y el ejemplo misionero.
En esa época, el número de inmigrantes italianos a Estados Unidos era sumamente grande, y por encargo del papa León XIII, Santa Francisca se trasladó a América para servirles de ayuda. Fue el primero de 24 viajes intercontinentales que realizó.
Dando prioridad a los enfermos y los huérfanos, Santa Francisca Xavier realizó 67 fundaciones: casas para inmigrantes, escuelas, orfanatorios e incluso hospitales.
La madre Cabrini trabajó arduamente en Nueva York, y posteriormente en Chicago y en California, y más tarde incluso en Sudamérica.
En Chicago estableció finalmente la casa matriz de su Orden, y recibió la ciudadanía estadounidense en 1909. En esa ciudad falleció ocho años después, tras una vida de incansable actividad.
Su cuerpo fue trasladado a la ciudad de Nueva York, donde reposa en la iglesia de la “Mother Cabrini High School”, una de las escuelas que fundó.
Santa Francisca Xavier Cabrini fue canonizada en 1946 por el papa Pío XII. Es la santa patrona de los migrantes.
SANTA FRANCISCA XAVIER CABRINI nos enseña el valor de ayudar a los desorientados que buscan una nueva vida.
SANTA FRANCISCA XAVIER CABRINI (1850-1917) nació en Sant’Angelo Lodigiano, cerca de Milán, Italia.
Santa Francisca fue la última de 13 hijos de un matrimonio de campesinos; a pesar de quedar huérfana muy pronto, ya desde pequeña se interesó por ayudar a otros niños necesitados.
De joven quiso ingresar a un convento, pero no fue admitida a causa de su delicada salud. Santa Francisca Xavier se dedicó entonces a servir en el orfanatorio de Codogno, al cual llegó a dirigir.
En 1880, Santa Francisca Xavier Cabrini fundó la Orden de las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón, poniéndola bajo la protección de San Francisco Xavier, de quien ella tomó el nombre y el ejemplo misionero.
En esa época, el número de inmigrantes italianos a Estados Unidos era sumamente grande, y por encargo del papa León XIII, Santa Francisca se trasladó a América para servirles de ayuda. Fue el primero de 24 viajes intercontinentales que realizó.
Dando prioridad a los enfermos y los huérfanos, Santa Francisca Xavier realizó 67 fundaciones: casas para inmigrantes, escuelas, orfanatorios e incluso hospitales.
La madre Cabrini trabajó arduamente en Nueva York, y posteriormente en Chicago y en California, y más tarde incluso en Sudamérica.
En Chicago estableció finalmente la casa matriz de su Orden, y recibió la ciudadanía estadounidense en 1909. En esa ciudad falleció ocho años después, tras una vida de incansable actividad.
Su cuerpo fue trasladado a la ciudad de Nueva York, donde reposa en la iglesia de la “Mother Cabrini High School”, una de las escuelas que fundó.
Santa Francisca Xavier Cabrini fue canonizada en 1946 por el papa Pío XII. Es la santa patrona de los migrantes.
SANTA FRANCISCA XAVIER CABRINI nos enseña el valor de ayudar a los desorientados que buscan una nueva vida.
lunes, 21 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 21 de diciembre, día de San Pedro Canisio
VIDA DE SANTOS:
21 de diciembre, día de San Pedro Canisio
Hoy, 21 de diciembre, conmemoramos a San PEDRO CANISIO, Sacerdote, Doctor de la Iglesia.
SAN PEDRO CANISIO (1521-1597) nació en Nimega, Holanda, en la época del cisma protestante.
San Pedro Canisio vino al mundo con el nombre de Peter de Hondt, o Pietr Kanijs. Era hijo del burgomaestre de su ciudad, que quedaba entonces bajo el ámbito de los países alemanes.
De joven, Pedro estudió derecho canónico en Lovaina y derecho civil en Colonia; en esta ciudad pasaba su tiempo libre en el monasterio cartujo, y ahí leyó y estudió detenidamente un pequeño libro que acababa de aparecer: los Ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola.
Esta lectura fue crucial para San Pedro Canisio, pues transformó completamente su vida, decidiéndolo a ingresar, bajo la dirección del padre Pedro Faber, como octavo integrante y primer alemán de la Compañía de Jesús, en 1543.
A partir de entonces, San Pedro Canisio fue un gran difusor de la fe. Enseñó en las universidades de Colonia y Viena, y predicó el catolicismo en Alemania, Suiza, Austria y Bohemia.
A él se debe la publicación de las obras de San Cirilo de Alejandria, San León Magno y San Jerónimo. También participó activamente en el Concilio de Trento, como teólogo y consejero del papa Pío V.
San Pedro Canisio fue vocero de la comunidad católica en Colonia, cuyo arzobispo había abrazado el protestantismo, y también fue el fundador de la Orden Jesuita en Alemania, convirtiéndose en el segundo apóstol de ese país, luego de San Bonifacio.
Luego de fungir treinta años como Provincial de la Orden en los países alemanes, en 1580 San Pedro Canisio se traslada a Friburgo, Suiza, donde fundó un colegio, el cual con el tiempo se transformó en la Universidad de Friburgo.
En esa ciudad falleció el gran contrarreformista. San Pedro Canisio fue canonizado en 1925 por el papa Pío XI, quien también lo designó Doctor de la Iglesia.
SAN PEDRO CANISIO nos enseña la importancia de buscar siempre la concordia.
SAN PEDRO CANISIO (1521-1597) nació en Nimega, Holanda, en la época del cisma protestante.
San Pedro Canisio vino al mundo con el nombre de Peter de Hondt, o Pietr Kanijs. Era hijo del burgomaestre de su ciudad, que quedaba entonces bajo el ámbito de los países alemanes.
De joven, Pedro estudió derecho canónico en Lovaina y derecho civil en Colonia; en esta ciudad pasaba su tiempo libre en el monasterio cartujo, y ahí leyó y estudió detenidamente un pequeño libro que acababa de aparecer: los Ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola.
Esta lectura fue crucial para San Pedro Canisio, pues transformó completamente su vida, decidiéndolo a ingresar, bajo la dirección del padre Pedro Faber, como octavo integrante y primer alemán de la Compañía de Jesús, en 1543.
A partir de entonces, San Pedro Canisio fue un gran difusor de la fe. Enseñó en las universidades de Colonia y Viena, y predicó el catolicismo en Alemania, Suiza, Austria y Bohemia.
A él se debe la publicación de las obras de San Cirilo de Alejandria, San León Magno y San Jerónimo. También participó activamente en el Concilio de Trento, como teólogo y consejero del papa Pío V.
San Pedro Canisio fue vocero de la comunidad católica en Colonia, cuyo arzobispo había abrazado el protestantismo, y también fue el fundador de la Orden Jesuita en Alemania, convirtiéndose en el segundo apóstol de ese país, luego de San Bonifacio.
Luego de fungir treinta años como Provincial de la Orden en los países alemanes, en 1580 San Pedro Canisio se traslada a Friburgo, Suiza, donde fundó un colegio, el cual con el tiempo se transformó en la Universidad de Friburgo.
En esa ciudad falleció el gran contrarreformista. San Pedro Canisio fue canonizado en 1925 por el papa Pío XI, quien también lo designó Doctor de la Iglesia.
SAN PEDRO CANISIO nos enseña la importancia de buscar siempre la concordia.
domingo, 20 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 20 de diciembre, día de San Ursicino de Jura
VIDA DE SANTOS: SANTO DOMINGO DE SILOS Y ....
20 de diciembre, día de San Ursicino de Jura
Hoy, 20 de diciembre, conmemoramos a San URSICINO de JURA, Eremita.
SAN URSICINO DE JURA (¿?-620) nació en Irlanda; se ignora casi todo lo referente a la primera parte de su vida.
En la época en que San Columbano salió de Irlanda para llevar a cabo su extensa misión apostólica en Europa continental, San Ursicino partió junto con él, en calidad de discípulo.
San Ursicino siguió a su maestro en su peregrinar. Después de pasar un tiempo prolongado en Luxeuil, al oriente de Francia, la comitiva se dirigió al sur, rumbo a los Alpes e Italia.
Sin embargo, al pasar por la región de Jura en la actual Suiza, San Ursicino decidió separarse de sus compañeros y quedarse ahí, a vivir una vida de soledad y oración en calidad de ermitaño.
La tradición cuenta que para hallar el sitio que debía ser su morada, San Ursicino lanzó su bastón desde una cima; éste cayó a la entrada de una gruta, cerca del valle del río Doubs, y él ahí se quedó.
Se dice que durante todos los años que San Ursicino pasó entre los acantilados de Jura, compartió su vivienda con un oso, el cual fue su compañero y amigo.
En ese sitio, San Ursicino construyó una pequeña capilla dedicada a San Pedro, pero esto dio lugar más tarde a la fundación de un monasterio, pues eran numerosos los jóvenes que acudían al escabroso sitio para hacerse discípulos suyos.
El monasterio pasó con los siglos de la regla de San Columbano a la de San Benito; en torno a él surgió la villa de St-Ursanne, desde donde se puede visitar la región de riscos que el santo convirtió en su hogar.
A San Ursicino de Jura se le venera todavía en toda la región de Jura, y en Basilea, Besançon y Maguncia.
SAN URSICINO DE JURA nos ofrece una muestra de vida eremita ejemplar.
SAN URSICINO DE JURA (¿?-620) nació en Irlanda; se ignora casi todo lo referente a la primera parte de su vida.
En la época en que San Columbano salió de Irlanda para llevar a cabo su extensa misión apostólica en Europa continental, San Ursicino partió junto con él, en calidad de discípulo.
San Ursicino siguió a su maestro en su peregrinar. Después de pasar un tiempo prolongado en Luxeuil, al oriente de Francia, la comitiva se dirigió al sur, rumbo a los Alpes e Italia.
Sin embargo, al pasar por la región de Jura en la actual Suiza, San Ursicino decidió separarse de sus compañeros y quedarse ahí, a vivir una vida de soledad y oración en calidad de ermitaño.
La tradición cuenta que para hallar el sitio que debía ser su morada, San Ursicino lanzó su bastón desde una cima; éste cayó a la entrada de una gruta, cerca del valle del río Doubs, y él ahí se quedó.
Se dice que durante todos los años que San Ursicino pasó entre los acantilados de Jura, compartió su vivienda con un oso, el cual fue su compañero y amigo.
En ese sitio, San Ursicino construyó una pequeña capilla dedicada a San Pedro, pero esto dio lugar más tarde a la fundación de un monasterio, pues eran numerosos los jóvenes que acudían al escabroso sitio para hacerse discípulos suyos.
El monasterio pasó con los siglos de la regla de San Columbano a la de San Benito; en torno a él surgió la villa de St-Ursanne, desde donde se puede visitar la región de riscos que el santo convirtió en su hogar.
A San Ursicino de Jura se le venera todavía en toda la región de Jura, y en Basilea, Besançon y Maguncia.
SAN URSICINO DE JURA nos ofrece una muestra de vida eremita ejemplar.
sábado, 19 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 19 de diciembre, día de San Anastasio I
19 de diciembre, día de San Anastasio I
Hoy, 19 de diciembre, conmemoramos a San ANASTASIO I, 39º Papa.
SAN ANASTASIO I (¿?-401) nació en Roma, en la época de las invasiones bárbaras al debilitado Imperio Romano de Occidente.
Sabemos poco de la vida de San Anastasio I, salvo que nació en Roma y que era hijo de un presbítero llamado Máximo.
A pesar de la brevedad de su pontificado, San Anastasio I quedó inscrito en la memoria de la Iglesia por su ferviente actividad y su energía.
San Anastasio I fue designado sucesor del papa San Siricio cuando los bárbaros invadían la península en 399, y de inmediato se puso a trabajar.
En Roma edificó la basílica Crescenciana, y ratificó las resoluciones del Concilio de Toledo del año 400; pero San Anastasio I destacó sobre todo por su rechazo a las herejías.
Combatió duramente el donatismo en el norte de África, provincia romana; también se opuso al arrianismo, rechazó los postulados de Orígenes y defendió los derechos del patriarcado occidental.
En vida, San Anastasio I tuvo buenas relaciones personales con San Paulino, San Jerónimo y San Agustín.
Tras su muerte en 401, fue sucedido en el papado por San Inocencio I, quien al parecer era hijo suyo. San Anastasio I prescribió que durante la lectura del Evangelio los sacerdotes deberían permanecer de pie.
SAN ANASTASIO I nos enseña el valor de trabajar con energía.
SAN ANASTASIO I (¿?-401) nació en Roma, en la época de las invasiones bárbaras al debilitado Imperio Romano de Occidente.
Sabemos poco de la vida de San Anastasio I, salvo que nació en Roma y que era hijo de un presbítero llamado Máximo.
A pesar de la brevedad de su pontificado, San Anastasio I quedó inscrito en la memoria de la Iglesia por su ferviente actividad y su energía.
San Anastasio I fue designado sucesor del papa San Siricio cuando los bárbaros invadían la península en 399, y de inmediato se puso a trabajar.
En Roma edificó la basílica Crescenciana, y ratificó las resoluciones del Concilio de Toledo del año 400; pero San Anastasio I destacó sobre todo por su rechazo a las herejías.
Combatió duramente el donatismo en el norte de África, provincia romana; también se opuso al arrianismo, rechazó los postulados de Orígenes y defendió los derechos del patriarcado occidental.
En vida, San Anastasio I tuvo buenas relaciones personales con San Paulino, San Jerónimo y San Agustín.
Tras su muerte en 401, fue sucedido en el papado por San Inocencio I, quien al parecer era hijo suyo. San Anastasio I prescribió que durante la lectura del Evangelio los sacerdotes deberían permanecer de pie.
SAN ANASTASIO I nos enseña el valor de trabajar con energía.
viernes, 18 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 18 de diciembre, día de San Winebaldo de Heidenheim
VIDA DE SANTOS: Hoy se conmemora a Nuestra señora de la Esperanza, San Modesto y ....
18 de diciembre, día de San Winebaldo de Heidenheim
Hoy, 18 de diciembre, conmemoramos a San WINEBALDO DE HEIDENHEIM, Religioso.
SAN WINEBALDO DE HEIDENHEIM (701-761) nació en Wessex, en la actual Inglaterra, en el seno de una familia cristiana de la nobleza local.
San Winebaldo, o Vunibaldo, fue hijo de un rey de nombre Ricardo, y su madre se llamaba Wunna. Su familia dio muchos servidores a la Iglesia.
Su hermano Wilibaldo fue el célebre obispo de Eichstätt, en Baviera. También en Alemania, su tío Bonifacio fue gran evangelizador y su hermana, Valburga, un modelo de religiosidad en el monasterio de Heidenheim, que él mismo fundó.
En el año 721, Winebaldo y su hermano Wilibaldo acompañaron a su padre a la difícil empresa de una peregrinación a Roma y Palestina, pero lamentablemente durante el viaje el progenitor de ambos murió, en Lucca.
A continuación Wilibaldo perseveró en llegar hasta Tierra Santa, su destino original, mientras que San Winebaldo prefirió permanecer en Roma, donde ingresó a un monasterio en 723, en el que permanecería más de quince años, incluyendo un breve regreso a Gran Bretaña.
En 739 se encontró en Roma a su hermano Wilibaldo y también a San Bonifacio, quien lo convenció de abandonar la vida contemplativa y realizar labor misionera en Alemania. Así, San Winebaldo realizó su apostolado en Baviera y en Turingia.
San Winebaldo se estableció primeramente en Sülzenbrücken, al sur de Erfurt, en Turingia, mientras que su hermano Wilibaldo se convertía en obispo de Eichstätt y San Bonifacio en arzobispo de Maguncia.
De ahí pasó a la Franconia bávara en 744, y en 747 a Maguncia. Finalmente, atraído como siempre por la vida monacal, San Winebaldo se retiró en 751 al monasterio de Heidenheim.
En Heidenheim San Winebaldo fue abad del monasterio masculino, mientras que su hermana Valburga era abadesa del femenino; y encontrándose en la diócesis de Eichstätt, el hermano de ambos, Wilibaldo, era obispo.
SAN WINEBALDO DE HEIDENHEIM nos enseña la importancia de atenernos a los periodos de acción y a los de contemplación.
SAN WINEBALDO DE HEIDENHEIM (701-761) nació en Wessex, en la actual Inglaterra, en el seno de una familia cristiana de la nobleza local.
San Winebaldo, o Vunibaldo, fue hijo de un rey de nombre Ricardo, y su madre se llamaba Wunna. Su familia dio muchos servidores a la Iglesia.
Su hermano Wilibaldo fue el célebre obispo de Eichstätt, en Baviera. También en Alemania, su tío Bonifacio fue gran evangelizador y su hermana, Valburga, un modelo de religiosidad en el monasterio de Heidenheim, que él mismo fundó.
En el año 721, Winebaldo y su hermano Wilibaldo acompañaron a su padre a la difícil empresa de una peregrinación a Roma y Palestina, pero lamentablemente durante el viaje el progenitor de ambos murió, en Lucca.
A continuación Wilibaldo perseveró en llegar hasta Tierra Santa, su destino original, mientras que San Winebaldo prefirió permanecer en Roma, donde ingresó a un monasterio en 723, en el que permanecería más de quince años, incluyendo un breve regreso a Gran Bretaña.
En 739 se encontró en Roma a su hermano Wilibaldo y también a San Bonifacio, quien lo convenció de abandonar la vida contemplativa y realizar labor misionera en Alemania. Así, San Winebaldo realizó su apostolado en Baviera y en Turingia.
San Winebaldo se estableció primeramente en Sülzenbrücken, al sur de Erfurt, en Turingia, mientras que su hermano Wilibaldo se convertía en obispo de Eichstätt y San Bonifacio en arzobispo de Maguncia.
De ahí pasó a la Franconia bávara en 744, y en 747 a Maguncia. Finalmente, atraído como siempre por la vida monacal, San Winebaldo se retiró en 751 al monasterio de Heidenheim.
En Heidenheim San Winebaldo fue abad del monasterio masculino, mientras que su hermana Valburga era abadesa del femenino; y encontrándose en la diócesis de Eichstätt, el hermano de ambos, Wilibaldo, era obispo.
SAN WINEBALDO DE HEIDENHEIM nos enseña la importancia de atenernos a los periodos de acción y a los de contemplación.
jueves, 17 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 17 de diciembre, día de Santa Vivina
17 de diciembre, día de Santa Vivina
Hoy, 17 de diciembre, conmemoramos a Santa VIVINA, Abadesa.
SANTA VIVINA (1103-1170) nació en Oisy, el actual Oisy-le-Verger, en el norte de Francia, en el seno de una familia de la aristocracia local.
Santa Vivina, o Wivina, era hija de Hugo de Oisy, de una familia de importantes señores feudales, y fue educada en el cristianismo.
Cuando Santa Vivina cumplió 15 años de edad, decidió consagrar su vida completamente a la religión, a pesar de que eran varios los caballeros que la pretendían.
Uno de ellos, un aristócrata llamado Ricardo, al enterarse de la renuncia de Santa Vivina al mundo enfermó de amores, y su misteriosa enfermedad lo tuvo al borde de la muerte.
Santa Vivina acudió entonces a ver al enfermo, y rezando fervorosamente día y noche consiguió que Ricardo se restableciera de manera milagrosa.
A los 23 años de edad, Santa Vivina dejó la mansión paterna y con algunas compañeras se retiró a un bosque cercano a Bruselas, en Grand-Bigard, o Groot-Bijgaarden, donde construyó un oratorio y todas empezaron a vivir como ermitañas.
Cuando pasó por ahí el noble conde Godofredo de Brabante, al ver la situación les ofreció la donación de un extenso predio para fundar un priorato, a lo cual Santa Vivina accedió con gusto. Era el año 1133.
Esta fundación habría de convertirse con el tiempo en la abadía benedictina de Santa Vivina de Grand-Bigard. Su vida monacal se desarrolló bajo la tutela de la abadía de Afflighem, protegida de la familia ducal de Brabante.
Al final de sus días, Santa Vivina, que seguía siendo la abadesa, tuvo que lidiar con protestas de internas por la austeridad con que aplicaba la regla, pero acalló los descontentos realizando el milagro de encender con sus solas palabras una vela que se había apagado.
En la actualidad, Santa Vivina sigue siendo una de las santas más veneradas en Bélgica. Sus reliquias se encuentran en la iglesia de Notre-Dame du Sablon, en Bruselas.
SANTA VIVINA nos enseña la importancia de hacer fructificar las buenas intenciones.
SANTA VIVINA (1103-1170) nació en Oisy, el actual Oisy-le-Verger, en el norte de Francia, en el seno de una familia de la aristocracia local.
Santa Vivina, o Wivina, era hija de Hugo de Oisy, de una familia de importantes señores feudales, y fue educada en el cristianismo.
Cuando Santa Vivina cumplió 15 años de edad, decidió consagrar su vida completamente a la religión, a pesar de que eran varios los caballeros que la pretendían.
Uno de ellos, un aristócrata llamado Ricardo, al enterarse de la renuncia de Santa Vivina al mundo enfermó de amores, y su misteriosa enfermedad lo tuvo al borde de la muerte.
Santa Vivina acudió entonces a ver al enfermo, y rezando fervorosamente día y noche consiguió que Ricardo se restableciera de manera milagrosa.
A los 23 años de edad, Santa Vivina dejó la mansión paterna y con algunas compañeras se retiró a un bosque cercano a Bruselas, en Grand-Bigard, o Groot-Bijgaarden, donde construyó un oratorio y todas empezaron a vivir como ermitañas.
Cuando pasó por ahí el noble conde Godofredo de Brabante, al ver la situación les ofreció la donación de un extenso predio para fundar un priorato, a lo cual Santa Vivina accedió con gusto. Era el año 1133.
Esta fundación habría de convertirse con el tiempo en la abadía benedictina de Santa Vivina de Grand-Bigard. Su vida monacal se desarrolló bajo la tutela de la abadía de Afflighem, protegida de la familia ducal de Brabante.
Al final de sus días, Santa Vivina, que seguía siendo la abadesa, tuvo que lidiar con protestas de internas por la austeridad con que aplicaba la regla, pero acalló los descontentos realizando el milagro de encender con sus solas palabras una vela que se había apagado.
En la actualidad, Santa Vivina sigue siendo una de las santas más veneradas en Bélgica. Sus reliquias se encuentran en la iglesia de Notre-Dame du Sablon, en Bruselas.
SANTA VIVINA nos enseña la importancia de hacer fructificar las buenas intenciones.
miércoles, 16 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 16 de diciembre, día de Santa Adelaida
VIDA DE SANTOS -
16 de diciembre, día de Santa Adelaida
Hoy, 16 de diciembre, conmemoramos a Santa ADELAIDA, Emperatriz.
SANTA ADELAIDA (931-999) nació en Borgoña, Francia, de una muy noble cuna.
Santa Adelaida fue hija de Rodolfo II de Borgoña y de Berta de Suavia. Su padre murió cuando ella era niña, y fue casada en 947 con Lotario II, el hijo del rey de Lombardía, o sea segundo esposo de su madre, destinado a ser rey de Italia.
A pesar de ser política, la unión fue también fructífera, y de ese amor nació la pequeña Emma de Italia, que llegaría a ser reina de Francia.
Lo que era una historia feliz cambió en 950, cuando Lotario II murió envenenado, probablemente por obra de su enemigo y rival al trono, Berengario II.
En 951, Berengario apresó a Santa Adelaida y pretendió obligarla a desposar a su hijo, Adalberto. Como ella se rehusó la encerró en una prisión, donde ella pasó el tiempo con su hija, rezando.
Durante su cautiverio Santa Adelaida mostró siempre resignación y humildad; jamás protestó ni trató a nadie de mal modo, ni tampoco emitió queja alguna.
A través de un túnel excavado hasta su celda, Santa Adelaida fue rescatada por sus partidarios, refugiándose en el castillo de Canossa, al cual a continuación Berengario puso sitio.
Pero Berengario no contaba con la ayuda que llegó por parte de Otón I, rey de Alemania, quien recibió a los emisarios de Adelaida y salió de inmediato a socorrerla.
Otón derrotó a Berengario, y al mismo tiempo se coronó rey de los lombardos al casarse con Santa Adelaida la Navidad de ese año de 951.
Santa Adelaida acompañó siempre a su esposo, con quien procreó cinco hijos, de los cuales tres llegaron a la adultez; uno de ellos sería Otón II.
Tras proteger a Roma del acoso de sus enemigos, en 962 el papa Juan II en la misma ceremonia coronó emperador y emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico a Otón y Adelaida; siendo inusual el caso de una mujer coronada en circunstancias tales.
Luego de la muerte de su marido y de su hijo, Santa Adelaida asumió la regencia del Imperio durante la minoría de su nieto, Otón III.
Al mismo tiempo la santa emperatriz fomentó siempre la expansión de la Iglesia, y fundó numerosos monasterios e iglesias. Su director espiritual fue San Odilón.
Cuando Otón III fue investido como emperador, Santa Adelaida se retiró en 994 en el monasterio benedictino de Seltz, fundadado por ella, en Alsacia, al noreste de Francia.
Ahí falleció en 999 Santa Adelaida de Borgoña, una de las mujeres más destacadas de su siglo. Al poco tiempo comenzó a ser venerada como santa, y su tumba se convirtió en lugar de peregrinación.
En 1097, antes de cumplirse un siglo de su muerte, Santa Adelaida fue canonizada por el papa Urbano II.
SANTA ADELAIDA nos enseña el valor de anteponer el amor en todo lo que hagamos.
SANTA ADELAIDA (931-999) nació en Borgoña, Francia, de una muy noble cuna.
Santa Adelaida fue hija de Rodolfo II de Borgoña y de Berta de Suavia. Su padre murió cuando ella era niña, y fue casada en 947 con Lotario II, el hijo del rey de Lombardía, o sea segundo esposo de su madre, destinado a ser rey de Italia.
A pesar de ser política, la unión fue también fructífera, y de ese amor nació la pequeña Emma de Italia, que llegaría a ser reina de Francia.
Lo que era una historia feliz cambió en 950, cuando Lotario II murió envenenado, probablemente por obra de su enemigo y rival al trono, Berengario II.
En 951, Berengario apresó a Santa Adelaida y pretendió obligarla a desposar a su hijo, Adalberto. Como ella se rehusó la encerró en una prisión, donde ella pasó el tiempo con su hija, rezando.
Durante su cautiverio Santa Adelaida mostró siempre resignación y humildad; jamás protestó ni trató a nadie de mal modo, ni tampoco emitió queja alguna.
A través de un túnel excavado hasta su celda, Santa Adelaida fue rescatada por sus partidarios, refugiándose en el castillo de Canossa, al cual a continuación Berengario puso sitio.
Pero Berengario no contaba con la ayuda que llegó por parte de Otón I, rey de Alemania, quien recibió a los emisarios de Adelaida y salió de inmediato a socorrerla.
Otón derrotó a Berengario, y al mismo tiempo se coronó rey de los lombardos al casarse con Santa Adelaida la Navidad de ese año de 951.
Santa Adelaida acompañó siempre a su esposo, con quien procreó cinco hijos, de los cuales tres llegaron a la adultez; uno de ellos sería Otón II.
Tras proteger a Roma del acoso de sus enemigos, en 962 el papa Juan II en la misma ceremonia coronó emperador y emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico a Otón y Adelaida; siendo inusual el caso de una mujer coronada en circunstancias tales.
Luego de la muerte de su marido y de su hijo, Santa Adelaida asumió la regencia del Imperio durante la minoría de su nieto, Otón III.
Al mismo tiempo la santa emperatriz fomentó siempre la expansión de la Iglesia, y fundó numerosos monasterios e iglesias. Su director espiritual fue San Odilón.
Cuando Otón III fue investido como emperador, Santa Adelaida se retiró en 994 en el monasterio benedictino de Seltz, fundadado por ella, en Alsacia, al noreste de Francia.
Ahí falleció en 999 Santa Adelaida de Borgoña, una de las mujeres más destacadas de su siglo. Al poco tiempo comenzó a ser venerada como santa, y su tumba se convirtió en lugar de peregrinación.
En 1097, antes de cumplirse un siglo de su muerte, Santa Adelaida fue canonizada por el papa Urbano II.
SANTA ADELAIDA nos enseña el valor de anteponer el amor en todo lo que hagamos.
martes, 15 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 15 de diciembre, día de Santa Virginia Centurione Bracelli
VIDA DE SANTOS : hoy se conmemora tambien a San Eusebio
15 de diciembre, día de Santa Virginia Centurione Bracelli
Hoy, 15 de diciembre, conmemoramos a Santa VIRGINIA CENTURIONE BRACELLI, Benefactora.
SANTA VIRGINIA CENTURIONE BRACELLI (1587-1651) nació en Génova, Italia, en el seno de una familia noble.
Santa Virginia fue hija de Giorgio Centurione y de Lelia Spinola; su padre llegó a ejercer el cargo de Duque de la República de Génova, de 1621 a 1623.
De niña mostró siempre mucha devoción y amor a los estudios, y su mayor deseo era vivir una vida enclaustrada, consagrándose a la religión.
Sin embargo, cuando llegó a edad casadera, según las costumbres de entonces sus padres arreglaron un matrimonio conveniente sin siquiera preguntarle su opinión.
Así, en 1602, a los 15 años de edad, Santa Virginia fue casada con Gaspare Grimaldi Bracelli, un noble acaudalado con quien procreó dos hijas: Lelia e Isabella.
El matrimonio no fue muy duradero, pues luego de cinco años falleció Gaspare, y ella quedó viuda a la edad de 20. No obstante, ahora sí rechazó cualquier tipo de matrimonio, concertado o no, para seguir el llamado de su vocación de ayudar al prójimo.
En un principio combinaba su labor caritativa con el cuidado de sus hijas, pero en cuanto ellas se casaron Santa Virginia se dedicó por completo a su misión en favor de los pobres.
A partir de que acogió casualmente a una chica desamparada, germinó en su corazón la claridad para saber su camino, y a partir de ahí la actividad fundamental de Santa Virginia se centró en proteger a las muchachas abandonadas, a los ancianos y a los enfermos.
Cuando se desató la guerra en el sur de Italia en 1624, ella auxilió por igual a quien se lo pidiera, hospedando a los damnificados en sus propiedades.
En 1625, al morir su suegra, Santa Virginia puede disponer de más espacio para realizar su labor caritativa, y con ese fin fundó el Centro del Señor de la Misericordia Protector de los Pobres de Jesucristo.
Santa Virginia Centurione tuvo nuevamente una actividad notable durante la peste de 1630, durante la cual tuvo que alquilar el convento de Montecalvario para hospedar a sus internos.
Cinco años después, con más de 300 pacientes, el centro, llamado de las Obras de Nuestra Señora del Refugio en el Monte Calvario, obtuvo reconocimiento como hospital por parte del gobierno.
Su extensa actividad prosiguió fundando otras dos grandes casas de refugio en la medida que crecía su obra entre los marginados de la sociedad, especialmente las muchachas jóvenes.
A los 64 años de edad falleció Santa Virginia Centurione Bracelli en aura de santidad. Un siglo y medio después, en 1801, fue descubierto su cadáver incorrupto, el cual se conserva aún en la capilla de las hermanas de Nuestra Señora del Refugio en Génova.
Santa Virginia Centurione Bracelli fue canonizada en 2003 por el papa Juan Pablo II.
SANTA VIRGINIA CENTURIONE BRACELLI nos enseña la importancia de servir a Dios a través de los pobres de Jesucristo.
SANTA VIRGINIA CENTURIONE BRACELLI (1587-1651) nació en Génova, Italia, en el seno de una familia noble.
Santa Virginia fue hija de Giorgio Centurione y de Lelia Spinola; su padre llegó a ejercer el cargo de Duque de la República de Génova, de 1621 a 1623.
De niña mostró siempre mucha devoción y amor a los estudios, y su mayor deseo era vivir una vida enclaustrada, consagrándose a la religión.
Sin embargo, cuando llegó a edad casadera, según las costumbres de entonces sus padres arreglaron un matrimonio conveniente sin siquiera preguntarle su opinión.
Así, en 1602, a los 15 años de edad, Santa Virginia fue casada con Gaspare Grimaldi Bracelli, un noble acaudalado con quien procreó dos hijas: Lelia e Isabella.
El matrimonio no fue muy duradero, pues luego de cinco años falleció Gaspare, y ella quedó viuda a la edad de 20. No obstante, ahora sí rechazó cualquier tipo de matrimonio, concertado o no, para seguir el llamado de su vocación de ayudar al prójimo.
En un principio combinaba su labor caritativa con el cuidado de sus hijas, pero en cuanto ellas se casaron Santa Virginia se dedicó por completo a su misión en favor de los pobres.
A partir de que acogió casualmente a una chica desamparada, germinó en su corazón la claridad para saber su camino, y a partir de ahí la actividad fundamental de Santa Virginia se centró en proteger a las muchachas abandonadas, a los ancianos y a los enfermos.
Cuando se desató la guerra en el sur de Italia en 1624, ella auxilió por igual a quien se lo pidiera, hospedando a los damnificados en sus propiedades.
En 1625, al morir su suegra, Santa Virginia puede disponer de más espacio para realizar su labor caritativa, y con ese fin fundó el Centro del Señor de la Misericordia Protector de los Pobres de Jesucristo.
Santa Virginia Centurione tuvo nuevamente una actividad notable durante la peste de 1630, durante la cual tuvo que alquilar el convento de Montecalvario para hospedar a sus internos.
Cinco años después, con más de 300 pacientes, el centro, llamado de las Obras de Nuestra Señora del Refugio en el Monte Calvario, obtuvo reconocimiento como hospital por parte del gobierno.
Su extensa actividad prosiguió fundando otras dos grandes casas de refugio en la medida que crecía su obra entre los marginados de la sociedad, especialmente las muchachas jóvenes.
A los 64 años de edad falleció Santa Virginia Centurione Bracelli en aura de santidad. Un siglo y medio después, en 1801, fue descubierto su cadáver incorrupto, el cual se conserva aún en la capilla de las hermanas de Nuestra Señora del Refugio en Génova.
Santa Virginia Centurione Bracelli fue canonizada en 2003 por el papa Juan Pablo II.
SANTA VIRGINIA CENTURIONE BRACELLI nos enseña la importancia de servir a Dios a través de los pobres de Jesucristo.
lunes, 14 de diciembre de 2015
vida de santos - 14 de diciembre, día de San Juan de la Cruz
14 de diciembre, día de San Juan de la Cruz
Hoy, 14 de diciembre, conmemoramos a San JUAN DE LA CRUZ, Místico, Doctor de la Iglesia.
SAN JUAN DE LA CRUZ (1542-1591) nació en Fontiveros, en Ávila, España, en el seno de una familia de pocos recursos.
A los tres años de edad, el pequeño Juan de Yepes Álvarez quedó huérfano de padre, y su madre se vio obligada a trasladarse a distintos lugares antes de llegar a Medina del Campo, donde se establecieron en 1551.
Debido a su ingenio e inteligencia, puede estudiar en el Colegio de los Niños de la Doctrina, y posteriormente en un instituto jesuita. Gracias a estos estudios, el futuro San Juan de la Cruz adquirió una sólida formación impregnada del Humanismo cristiano, pensamiento muy vigoroso en esa época.
En 1563 en Medina, vistió el hábito de los Carmelitas, adoptando el nombre de Juan de San Matías; ordenado sacerdote en 1567, luego de celebrar su primera misa, conoció a Teresa de Cepeda y Ahumada, quien habría de ser Santa Teresa de Jesús.
Este encuentro fue crucial para San Juan, pues Santa Teresa consiguió unirlo a su movimiento de reforma de la Orden, buscando una rama de Carmelitas Contemplativos, que después se volvió de Carmelitas Descalzos.
Lo que ambos se propusieron fue regresar a los principios de pobreza y humildad que guiaron la fundación de la congregación. Sin embargo, estos propósitos de austeridad encontraron la oposición de los llamados Carmelitas Calzados.
Ese año San Juan se trasladó a Salamanca para estudiar en la Universidad teología y filosofía. Pero en 1568 abandonó la ciudad para seguir a Teresa a Valladolid, a su fundación femenina. En noviembre, en Duruelo, Juan de San Matías fundó el primer convento de Carmelitas Descalzos, y en esa ceremonia cambió su nombre por el de Juan de la Cruz.
En los años siguientes desempeñó diversos cargos, de prior a maestro de novicios a rector de un colegio, pero en 1572 Santa Teresa lo invitó a Ávila, donde fungió como vicario y confesor de las hermanas en el Convento de la Encarnación, donde permaneció cinco años.
Durante este tiempo, los Calzados habían elaborado todo un proceso ante los tribunales eclesiásticos, y en 1578 San Juan de la Cruz fue apresado por orden de los carmelitas de Toledo para que se retractara de las reformas.
Como se negó, fue encerrado en una celda. Y durante este cautiverio de casi un año, San Juan de la Cruz se reveló como uno de los más notables poetas de nuestra lengua. Ahí fue donde comenzó a escribir su Cántico espiritual.
Finalmente, San Juan de la Cruz consiguió escapar de su prisión, y prosiguió con sus labores reformistas. El conflicto terminó por resolverse con la separación de la Orden en dos ramas.
Los siguientes años ocupó distintos cargos dentro de la congregación de Descalzos, y realizó numerosos viajes por toda la Península. Propuso, incluso, dirigir una misión evangélica a la Nueva España, el actual México, pero por motivos de salud se retractó.
En 1590, San Juan de la Cruz cayó en una nueva disputa con el asunto de la Orden, de la que no salió bien librado. Enfermo ya desde Segovia, y refugiado en un monasterio en los montes de Úbeda, falleció a los 49 años de edad.
San Juan de la Cruz fue canonizado por el papa Benedicto XIII en 1726, y proclamado Doctor de la Iglesia en 1926 por el papa Pío XI. San Juan de la Cruz es el santo patrono de los poetas en lengua española.
SAN JUAN DE LA CRUZ nos enseña a encontrar a Dios en la poesía.
SAN JUAN DE LA CRUZ (1542-1591) nació en Fontiveros, en Ávila, España, en el seno de una familia de pocos recursos.
A los tres años de edad, el pequeño Juan de Yepes Álvarez quedó huérfano de padre, y su madre se vio obligada a trasladarse a distintos lugares antes de llegar a Medina del Campo, donde se establecieron en 1551.
Debido a su ingenio e inteligencia, puede estudiar en el Colegio de los Niños de la Doctrina, y posteriormente en un instituto jesuita. Gracias a estos estudios, el futuro San Juan de la Cruz adquirió una sólida formación impregnada del Humanismo cristiano, pensamiento muy vigoroso en esa época.
En 1563 en Medina, vistió el hábito de los Carmelitas, adoptando el nombre de Juan de San Matías; ordenado sacerdote en 1567, luego de celebrar su primera misa, conoció a Teresa de Cepeda y Ahumada, quien habría de ser Santa Teresa de Jesús.
Este encuentro fue crucial para San Juan, pues Santa Teresa consiguió unirlo a su movimiento de reforma de la Orden, buscando una rama de Carmelitas Contemplativos, que después se volvió de Carmelitas Descalzos.
Lo que ambos se propusieron fue regresar a los principios de pobreza y humildad que guiaron la fundación de la congregación. Sin embargo, estos propósitos de austeridad encontraron la oposición de los llamados Carmelitas Calzados.
Ese año San Juan se trasladó a Salamanca para estudiar en la Universidad teología y filosofía. Pero en 1568 abandonó la ciudad para seguir a Teresa a Valladolid, a su fundación femenina. En noviembre, en Duruelo, Juan de San Matías fundó el primer convento de Carmelitas Descalzos, y en esa ceremonia cambió su nombre por el de Juan de la Cruz.
En los años siguientes desempeñó diversos cargos, de prior a maestro de novicios a rector de un colegio, pero en 1572 Santa Teresa lo invitó a Ávila, donde fungió como vicario y confesor de las hermanas en el Convento de la Encarnación, donde permaneció cinco años.
Durante este tiempo, los Calzados habían elaborado todo un proceso ante los tribunales eclesiásticos, y en 1578 San Juan de la Cruz fue apresado por orden de los carmelitas de Toledo para que se retractara de las reformas.
Como se negó, fue encerrado en una celda. Y durante este cautiverio de casi un año, San Juan de la Cruz se reveló como uno de los más notables poetas de nuestra lengua. Ahí fue donde comenzó a escribir su Cántico espiritual.
Finalmente, San Juan de la Cruz consiguió escapar de su prisión, y prosiguió con sus labores reformistas. El conflicto terminó por resolverse con la separación de la Orden en dos ramas.
Los siguientes años ocupó distintos cargos dentro de la congregación de Descalzos, y realizó numerosos viajes por toda la Península. Propuso, incluso, dirigir una misión evangélica a la Nueva España, el actual México, pero por motivos de salud se retractó.
En 1590, San Juan de la Cruz cayó en una nueva disputa con el asunto de la Orden, de la que no salió bien librado. Enfermo ya desde Segovia, y refugiado en un monasterio en los montes de Úbeda, falleció a los 49 años de edad.
San Juan de la Cruz fue canonizado por el papa Benedicto XIII en 1726, y proclamado Doctor de la Iglesia en 1926 por el papa Pío XI. San Juan de la Cruz es el santo patrono de los poetas en lengua española.
SAN JUAN DE LA CRUZ nos enseña a encontrar a Dios en la poesía.
domingo, 13 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 13 de diciembre, día de Santa Lucía
13 de diciembre, día de Santa Lucía
Hoy, 13 de diciembre, conmemoramos a Santa LUCÍA, Mártir.
SANTA LUCÍA (¿283?-304) nació en Siracusa, en la isla y entonces provincia romana de Sicilia, en Italia, de padres ricos y nobles.
Desde niña, Santa Lucía se educó en la fe cristiana y decidió consagrar su vida a la religión.
Cuando llegó a la edad casadera perdió a su padre, y su madre, viéndose viuda, arregló un matrimonio de compromiso para Lucía.
Ella, sin embargo, se negó rotundamente. La madre, que estaba enferma, agravó de pronto, y entonces Santa Lucía le ofreció que fueran juntas a Catania a rezar a la tumba de Santa Águeda, de quien la joven era devota.
Cuando regresaron, la madre se había restablecido por completo, y accedió a los deseos de su hija, quien repartió su dote entre los pobres.
Sin embargo, el rechazado pretendiente se llenó de ira al ver el compromiso roto, y para vengarse denunció a Lucia con el procónsul romano Pascacio.
Santa Lucía fue capturada y conducida ante las autoridades. Sin arredrarse, ella confesó que era cristiana y que jamás adoraría a los dioses paganos.
Al persistir tan férreamente en sus convicciones, Santa Lucía fue sometida a tormentos. Según algunas versiones, en uno de los suplicios los soldados le extrajeron los ojos, y, no obstante, ella seguía viendo.
Otros tormentos similares soportó Santa Lucía con el solo hecho de rezar en voz alta, y no falleció sino hasta después de que un sacerdote le hubo dado la comunión.
En el año 1039, las reliquias de Santa Lucía fueron llevadas de Siracusa a Constantinopla; pero en 1204, en la cuarta Cruzada, las trasladó consigo a Venecia, donde reposan hasta el día de hoy en una urna de vidrio.
Santa Lucía es la santa patrona de Venecia y de Siracusa, así como de los invidentes, los pobres, los niños enfermos, los campesinos, los electricistas, los afiladores y los escritores.
Iconográficamente se le representa con una espada y sosteniendo un plato con sus dos ojos.
SANTA LUCÍA nos enseña la importancia de evitar que otros decidan por nosotros.
SANTA LUCÍA (¿283?-304) nació en Siracusa, en la isla y entonces provincia romana de Sicilia, en Italia, de padres ricos y nobles.
Desde niña, Santa Lucía se educó en la fe cristiana y decidió consagrar su vida a la religión.
Cuando llegó a la edad casadera perdió a su padre, y su madre, viéndose viuda, arregló un matrimonio de compromiso para Lucía.
Ella, sin embargo, se negó rotundamente. La madre, que estaba enferma, agravó de pronto, y entonces Santa Lucía le ofreció que fueran juntas a Catania a rezar a la tumba de Santa Águeda, de quien la joven era devota.
Cuando regresaron, la madre se había restablecido por completo, y accedió a los deseos de su hija, quien repartió su dote entre los pobres.
Sin embargo, el rechazado pretendiente se llenó de ira al ver el compromiso roto, y para vengarse denunció a Lucia con el procónsul romano Pascacio.
Santa Lucía fue capturada y conducida ante las autoridades. Sin arredrarse, ella confesó que era cristiana y que jamás adoraría a los dioses paganos.
Al persistir tan férreamente en sus convicciones, Santa Lucía fue sometida a tormentos. Según algunas versiones, en uno de los suplicios los soldados le extrajeron los ojos, y, no obstante, ella seguía viendo.
Otros tormentos similares soportó Santa Lucía con el solo hecho de rezar en voz alta, y no falleció sino hasta después de que un sacerdote le hubo dado la comunión.
En el año 1039, las reliquias de Santa Lucía fueron llevadas de Siracusa a Constantinopla; pero en 1204, en la cuarta Cruzada, las trasladó consigo a Venecia, donde reposan hasta el día de hoy en una urna de vidrio.
Santa Lucía es la santa patrona de Venecia y de Siracusa, así como de los invidentes, los pobres, los niños enfermos, los campesinos, los electricistas, los afiladores y los escritores.
Iconográficamente se le representa con una espada y sosteniendo un plato con sus dos ojos.
SANTA LUCÍA nos enseña la importancia de evitar que otros decidan por nosotros.
sábado, 12 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 12 de diciembre, día de San Espiridión Taumaturgo
12 de diciembre, día de San Espiridión Taumaturgo
Hoy, 12 de diciembre, conmemoramos a San ESPIRIDIÓN TAUMATURGO, Obispo.
SAN ESPIRIDIÓN TAUMATURGO (¿270?-¿348?) nació en Askia, en la isla de Chipre, en una familia de pastores.
De acuerdo con la tradición, San Espiridión el Taumaturgo, o San Espiridión de Trimithonte, fue pastor de ovejas. Llegó a ser obispo de Trimitunte, la actual Trimithousa, en una apartada región del noreste de Chipre.
A pesar de su cargo eclesiástico, San Espiridión, que estaba casado, continuó pastoreando sus ovejas, y a su grey, con una sencillez ejemplar.
Durante las persecuciones de Diocleciano o de Galerio, San Espiridión fue aprehendido en ese remoto lugar y sometido a torturas.
Según cierta tradición, en esta época perdió el ojo derecho y fue puesto a trabajos forzados en una mina, pero justo llegó un indulto antes de que fuera condenado a muerte.
Se supone que participó en el Concilio de Nicea de 325, en el que se condenó al arrianismo, pero en las listas no aparece su nombre. Lo mismo ocurrió en el Concilio de Sardica, la actual Sofía.
Cuando falleció, las reliquias de San Espiridión fueron trasladadas a Constantinopla hacia el año 700, y luego en 1460 a la isla griega de Corfú, donde se veneran hasta el día de hoy.
Históricamente, a San Espiridión se le han atribuido numerosos milagros, sobre todo de detener la peste y la hambruna, por lo que recibió el apelativo de taumaturgo.
San Espiridión el Taumaturgo es el santo patrono de Corfú, así como de los pastores de rebaños.
SAN ESPIRIDIÓN TAUMATURGO nos enseña el valor de llevar una vida humilde.
SAN ESPIRIDIÓN TAUMATURGO (¿270?-¿348?) nació en Askia, en la isla de Chipre, en una familia de pastores.
De acuerdo con la tradición, San Espiridión el Taumaturgo, o San Espiridión de Trimithonte, fue pastor de ovejas. Llegó a ser obispo de Trimitunte, la actual Trimithousa, en una apartada región del noreste de Chipre.
A pesar de su cargo eclesiástico, San Espiridión, que estaba casado, continuó pastoreando sus ovejas, y a su grey, con una sencillez ejemplar.
Durante las persecuciones de Diocleciano o de Galerio, San Espiridión fue aprehendido en ese remoto lugar y sometido a torturas.
Según cierta tradición, en esta época perdió el ojo derecho y fue puesto a trabajos forzados en una mina, pero justo llegó un indulto antes de que fuera condenado a muerte.
Se supone que participó en el Concilio de Nicea de 325, en el que se condenó al arrianismo, pero en las listas no aparece su nombre. Lo mismo ocurrió en el Concilio de Sardica, la actual Sofía.
Cuando falleció, las reliquias de San Espiridión fueron trasladadas a Constantinopla hacia el año 700, y luego en 1460 a la isla griega de Corfú, donde se veneran hasta el día de hoy.
Históricamente, a San Espiridión se le han atribuido numerosos milagros, sobre todo de detener la peste y la hambruna, por lo que recibió el apelativo de taumaturgo.
San Espiridión el Taumaturgo es el santo patrono de Corfú, así como de los pastores de rebaños.
SAN ESPIRIDIÓN TAUMATURGO nos enseña el valor de llevar una vida humilde.
viernes, 11 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 11 de diciembre, día de Santa María de las Maravillas de Jesús
VIDA DE SANTOS , hoy se conmemora a : SAN DÁMASO, SANTA MARAVILLAS DE JESÚS, SAN DANIEL Y SAN PONCIANO...
11 de diciembre, día de Santa María de las Maravillas de Jesús
Hoy, 11 de diciembre, conmemoramos a Santa MARÍA de las MARAVILLAS de JESÚS, Religiosa.
SANTA MARÍA DE LAS MARAVILLAS DE JESÚS (1891-1974) nació en Madrid, España; su padre llegó a ser embajador de España ante el Vaticano.
Su nombre de laica era María de las Maravillas Pidal y Chico de Guzmán, y era hija del segundo marqués de Pidal.
A pesar de ese linaje, Santa María de las Maravillas desde niña mostró siempre muchas virtudes cristianas, y se sintió llamada a la vida religiosa.
Finalmente en 1919, a los 27 años de edad, ingresó en el monasterio de Carmelitas Descalzas en El Escorial, donde profesó dos años después.
Santa María de las Maravillas siempre sintió admiración por San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, y la espiritualidad de estos santos fue un modelo para su vida.
Luego de algunos años de retiro y soledad, su vida se volvió más activa. En 1924 fundó un monasterio de su Orden en el Cerro de los Ángeles, lo cual fue seguido de otras fundaciones.
Durante los años de persecución religiosa, la Madre Maravillas reconfortó con su ejemplo y con sus virtudes a quienes necesitaron de apoyo espiritual en esa difícil época.
Más adelante, la Madre Maravillas continuó con su labor de fundar monasterios carmelitas, destacando por su bondad y alegría, por su perseverancia en la labor misionera, y por regir su vida siguiendo el modelo místico de los santos de su devoción.
En el Carmelo de La Aldehuela, a los 83 años de edad falleció Santa María de las Maravillas de Jesús. Fue canonizada en 2003.
SANTA MARÍA DE LAS MARAVILLAS DE JESÚS nos enseña la importancia de perseverar en las virtudes cristianas.
SANTA MARÍA DE LAS MARAVILLAS DE JESÚS (1891-1974) nació en Madrid, España; su padre llegó a ser embajador de España ante el Vaticano.
Su nombre de laica era María de las Maravillas Pidal y Chico de Guzmán, y era hija del segundo marqués de Pidal.
A pesar de ese linaje, Santa María de las Maravillas desde niña mostró siempre muchas virtudes cristianas, y se sintió llamada a la vida religiosa.
Finalmente en 1919, a los 27 años de edad, ingresó en el monasterio de Carmelitas Descalzas en El Escorial, donde profesó dos años después.
Santa María de las Maravillas siempre sintió admiración por San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, y la espiritualidad de estos santos fue un modelo para su vida.
Luego de algunos años de retiro y soledad, su vida se volvió más activa. En 1924 fundó un monasterio de su Orden en el Cerro de los Ángeles, lo cual fue seguido de otras fundaciones.
Durante los años de persecución religiosa, la Madre Maravillas reconfortó con su ejemplo y con sus virtudes a quienes necesitaron de apoyo espiritual en esa difícil época.
Más adelante, la Madre Maravillas continuó con su labor de fundar monasterios carmelitas, destacando por su bondad y alegría, por su perseverancia en la labor misionera, y por regir su vida siguiendo el modelo místico de los santos de su devoción.
En el Carmelo de La Aldehuela, a los 83 años de edad falleció Santa María de las Maravillas de Jesús. Fue canonizada en 2003.
SANTA MARÍA DE LAS MARAVILLAS DE JESÚS nos enseña la importancia de perseverar en las virtudes cristianas.
jueves, 10 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 10 de diciembre, día de San Gregorio III
10 de diciembre, día de San Gregorio III
Hoy, 10 de diciembre, conmemoramos a San GREGORIO III, 90º Papa.
SAN GREGORIO III (¿?-741) nació en algún lugar de Siria, aunque se ignoran la fecha y el sitio exacto.
De San Gregorio III sabemos que desde joven había llegado a Roma, donde se estableció probablemente con su padre, que se llamaba Juan.
Ahí no solamente se ordenó sacerdote, sino que siguió una carrera de vida al servicio de la Iglesia.
Así, en 731, al morir el papa Gregorio II (quien también alcanzaría la santidad), San Gregorio III fue electo de manera unánime como sucesor suyo y de San Pedro.
El pontificado de San Gregorio III se caracterizó principalmente por su defensa de las imágenes sagradas en el llamado conflicto de los iconoclastas.
El mismo año de su elección, el emperador de Oriente, León III, había proclamado un edicto en contra de la veneración de imágenes, al cual el papa San Gregorio III respondió con una categórica revocación.
Esta negativa dio lugar a una confrontación política de gravedad, que culminó con el papa excomulgando al emperador por hereje iconoclasta.
Por otro lado, para contener el avance de los lombardos desde el norte de Italia, San Gregorio III pactó con el rey lombardo Liutprando.
Más tarde, sin embargo, convocó para su protección al rey de los francos, Carlos Martell, enemigo de Liutprando, haciendo valer el atributo papal dedefensor civitatis.
San Gregorio III se preocupó también por proteger el legado de San Pedro y por promocionar la evangelización de Alemania. A las limosnas que recibía de Inglaterra las llamaba “Óbolo de San Pedro”.
En la vida cotidiana, San Gregorio III se distinguió por su caridad, llegando a ser conocido como el “Amigo de los pobres”. Durante los más de diez años de su pontificado, la Ciudad Eterna se vio revitalizada.
SAN GREGORIO III nos enseña la importancia del celo para defender los valores de la Iglesia.
SAN GREGORIO III (¿?-741) nació en algún lugar de Siria, aunque se ignoran la fecha y el sitio exacto.
De San Gregorio III sabemos que desde joven había llegado a Roma, donde se estableció probablemente con su padre, que se llamaba Juan.
Ahí no solamente se ordenó sacerdote, sino que siguió una carrera de vida al servicio de la Iglesia.
Así, en 731, al morir el papa Gregorio II (quien también alcanzaría la santidad), San Gregorio III fue electo de manera unánime como sucesor suyo y de San Pedro.
El pontificado de San Gregorio III se caracterizó principalmente por su defensa de las imágenes sagradas en el llamado conflicto de los iconoclastas.
El mismo año de su elección, el emperador de Oriente, León III, había proclamado un edicto en contra de la veneración de imágenes, al cual el papa San Gregorio III respondió con una categórica revocación.
Esta negativa dio lugar a una confrontación política de gravedad, que culminó con el papa excomulgando al emperador por hereje iconoclasta.
Por otro lado, para contener el avance de los lombardos desde el norte de Italia, San Gregorio III pactó con el rey lombardo Liutprando.
Más tarde, sin embargo, convocó para su protección al rey de los francos, Carlos Martell, enemigo de Liutprando, haciendo valer el atributo papal dedefensor civitatis.
San Gregorio III se preocupó también por proteger el legado de San Pedro y por promocionar la evangelización de Alemania. A las limosnas que recibía de Inglaterra las llamaba “Óbolo de San Pedro”.
En la vida cotidiana, San Gregorio III se distinguió por su caridad, llegando a ser conocido como el “Amigo de los pobres”. Durante los más de diez años de su pontificado, la Ciudad Eterna se vio revitalizada.
SAN GREGORIO III nos enseña la importancia del celo para defender los valores de la Iglesia.
miércoles, 9 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 9 de diciembre, día de Santa Leocadia de Toledo
VIDA DE SANTOS: HOy se conmemora a SAN PEDRO FOURIER, SANTA LEOCADIA Y SANTA VALERIA
9 de diciembre, día de Santa Leocadia de Toledo
Hoy, 9 de diciembre, conmemoramos a Santa LEOCADIA de TOLEDO, Mártir.
SANTA LEOCADIA DE TOLEDO (¿292?-304) nació en Toledo, España, en una familia de la minoría cristiana de la ciudad, en épocas del Imperio Romano.
Luego de varios años de tolerancia al cristianismo en el Imperio, el emperador Diocleciano ordenó una de las más cruentas persecuciones contra los cristianos. A Hispania envió a Daciano para ejecutar sus sangrientas órdenes.
En esa época nació Santa Leocadia, que era casi apenas una niña cuando comenzó la persecución.
A pesar de su corta edad, Santa Leocadia se distinguía por su actividad para atraer a los toledanos a la fe de Jesús. Probablemente por ese motivo se encontró entre las primeras personas que fueron denunciadas cuando Daciano llegó a Toledo.
Las crónicas refieren una valiente discusión entre el prefecto romano y la joven cristiana, en la que ella se muestra tenaz y defiende con orgullo sus creencias. Iracundo, Daciano ordenó que torturaran a Santa Leocadia hasta hacerla renegar de su fe. Pero todo fue en vano.
Luego de torturarla la arrojaban a una celda, donde cuenta la tradición que ella talló con su dedo una cruz, luego de repasarla noche tras noche en medio de sus suplicios, encontrando firmeza en el ejemplo de Santa Eulalia de Mérida, de cuyo martirio se había enterado.
Tras un prolongado sufrimiento, Santa Leocadia falleció finalmente a causa de las heridas causadas por los azotes.
En Toledo se conserva todavía la “Mazmorra de Santa Leocadia”, con la cruz que supuestamente talló la santa con el dedo durante su cautiverio.
En el periodo de ocupación musulmana de la Península, las reliquias de Santa Leocadia fueron trasladadas para su resguardo a Toledo, y posteriormente a Flandes. El rey Felipe II las devolvió finalmente en solemne ocasión a Toledo, donde todavía se conservan.
SANTA LEOCADIA DE TOLEDO nos enseña el valor de la tenacidad.
SANTA LEOCADIA DE TOLEDO (¿292?-304) nació en Toledo, España, en una familia de la minoría cristiana de la ciudad, en épocas del Imperio Romano.
Luego de varios años de tolerancia al cristianismo en el Imperio, el emperador Diocleciano ordenó una de las más cruentas persecuciones contra los cristianos. A Hispania envió a Daciano para ejecutar sus sangrientas órdenes.
En esa época nació Santa Leocadia, que era casi apenas una niña cuando comenzó la persecución.
A pesar de su corta edad, Santa Leocadia se distinguía por su actividad para atraer a los toledanos a la fe de Jesús. Probablemente por ese motivo se encontró entre las primeras personas que fueron denunciadas cuando Daciano llegó a Toledo.
Las crónicas refieren una valiente discusión entre el prefecto romano y la joven cristiana, en la que ella se muestra tenaz y defiende con orgullo sus creencias. Iracundo, Daciano ordenó que torturaran a Santa Leocadia hasta hacerla renegar de su fe. Pero todo fue en vano.
Luego de torturarla la arrojaban a una celda, donde cuenta la tradición que ella talló con su dedo una cruz, luego de repasarla noche tras noche en medio de sus suplicios, encontrando firmeza en el ejemplo de Santa Eulalia de Mérida, de cuyo martirio se había enterado.
Tras un prolongado sufrimiento, Santa Leocadia falleció finalmente a causa de las heridas causadas por los azotes.
En Toledo se conserva todavía la “Mazmorra de Santa Leocadia”, con la cruz que supuestamente talló la santa con el dedo durante su cautiverio.
En el periodo de ocupación musulmana de la Península, las reliquias de Santa Leocadia fueron trasladadas para su resguardo a Toledo, y posteriormente a Flandes. El rey Felipe II las devolvió finalmente en solemne ocasión a Toledo, donde todavía se conservan.
SANTA LEOCADIA DE TOLEDO nos enseña el valor de la tenacidad.
martes, 8 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 8 de diciembre, día de Santa Narcisa de Jesús Martillo y Morán
VIDA DE SANTOS - hoy se conmemora también LA INMACULADA CONCEPCIÓN
8 de diciembre, día de Santa Narcisa de Jesús Martillo y Morán
Hoy, 8 de diciembre, conmemoramos a Santa NARCISA de JESÚS MARTILLO y MORÁN, Laica.
SANTA NARCISA DE JESÚS MARTILLO Y MORÁN (1832-1869) nació en la hacienda de San José de Nobol, en Daule, Ecuador, hija de una familia sencilla y creyente.
Santa Narcisa de Jesús fue la sexta de los nueve hijos de Pedro Martillo y Josefa Morán. A pesar de haber quedado huérfana desde los seis años de edad, con ayuda de una hermana ella aprendió a leer y a escribir.
Con el paso de los años aprendió el oficio de tejer y bordar, en lo que alcanzó una destreza notable. Este oficio de costurera fue su vehículo para una vida de trabajo dedicado a los demás.
Por su natural alegría, a Santa Narcisa le gustaba mucho cantar y tocar la guitarra. Pero su actividad predilecta fue siempre la oración, lo cual hacía diariamente, cada vez que encontraba un tiempo libre.
Al fallecer su padre en 1851, teniendo ella 19 años, se trasladó a Guayaquil, una ciudad principal. Ahí trabajó como costurera, pero también enseñó el catecismo a los niños por más de quince años.
En estos años, Santa Narcisa de Jesús colaboró también en la Casa de las Recogidas, institución dedicada a dar asilo a muchachas abandonadas y maltratadas.
Atendiendo a una invitación de su director espiritual, el padre franciscano Pedro Gual, Santa Narcisa se trasladó a Lima, Perú, en 1868, donde vivió como seglar interna en el convento dominico del Patrocinio.
Fueron éstos meses de retiro y contemplación, donde ella se entregó plenamente a orar. Al siguiente año, sin embargo, contrajo una enfermedad que le ocasionaba dolores de lo más intensos.
La noche del 8 de diciembre de 1869, Santa Narcisa comentó en son de broma luego de la cena que se sentía lista para realizar un largo viaje. Y hacia la media noche, atraída por un misterioso resplandor y un perfumado aroma que emanaban de la celda de la santa, la madre de turno la encontró muerta.
Su fama de santidad se difundió rápidamente por todo el pueblo. Ella tenía solamente 37 años de edad.
Santa Narcisa de Jesús Martillo y Morán fue canonizada en 2008 por el papa Benedicto XVI.
SANTA NARCISA DE JESÚS MARTILLO Y MORÁN nos enseña el valor de dedicar la vida a Dios y al prójimo.
SANTA NARCISA DE JESÚS MARTILLO Y MORÁN (1832-1869) nació en la hacienda de San José de Nobol, en Daule, Ecuador, hija de una familia sencilla y creyente.
Santa Narcisa de Jesús fue la sexta de los nueve hijos de Pedro Martillo y Josefa Morán. A pesar de haber quedado huérfana desde los seis años de edad, con ayuda de una hermana ella aprendió a leer y a escribir.
Con el paso de los años aprendió el oficio de tejer y bordar, en lo que alcanzó una destreza notable. Este oficio de costurera fue su vehículo para una vida de trabajo dedicado a los demás.
Por su natural alegría, a Santa Narcisa le gustaba mucho cantar y tocar la guitarra. Pero su actividad predilecta fue siempre la oración, lo cual hacía diariamente, cada vez que encontraba un tiempo libre.
Al fallecer su padre en 1851, teniendo ella 19 años, se trasladó a Guayaquil, una ciudad principal. Ahí trabajó como costurera, pero también enseñó el catecismo a los niños por más de quince años.
En estos años, Santa Narcisa de Jesús colaboró también en la Casa de las Recogidas, institución dedicada a dar asilo a muchachas abandonadas y maltratadas.
Atendiendo a una invitación de su director espiritual, el padre franciscano Pedro Gual, Santa Narcisa se trasladó a Lima, Perú, en 1868, donde vivió como seglar interna en el convento dominico del Patrocinio.
Fueron éstos meses de retiro y contemplación, donde ella se entregó plenamente a orar. Al siguiente año, sin embargo, contrajo una enfermedad que le ocasionaba dolores de lo más intensos.
La noche del 8 de diciembre de 1869, Santa Narcisa comentó en son de broma luego de la cena que se sentía lista para realizar un largo viaje. Y hacia la media noche, atraída por un misterioso resplandor y un perfumado aroma que emanaban de la celda de la santa, la madre de turno la encontró muerta.
Su fama de santidad se difundió rápidamente por todo el pueblo. Ella tenía solamente 37 años de edad.
Santa Narcisa de Jesús Martillo y Morán fue canonizada en 2008 por el papa Benedicto XVI.
SANTA NARCISA DE JESÚS MARTILLO Y MORÁN nos enseña el valor de dedicar la vida a Dios y al prójimo.
lunes, 7 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 7 de diciembre, día de Santa Burgundófora
VIDA DE SANTOS hoy se conmemora a SAN AMBROSIO, SAN POLICARPO Y SANTA BURGUNDÓFORA
7 de diciembre, día de Santa Burgundófora
Hoy, 7 de diciembre, conmemoramos a Santa BURGUNDÓFORA, Abadesa.
SANTA BURGUNDÓFORA o FARA (595-657) nació en Pipimisicum, la actual Poincy, cerca de Meaux, en Francia, en una familia noble.
Santa Burgundófora, conocida también como Santa Fara, fue hija de los condes Cagnerico y Leodegunda, y tuvo dos hermanos santos: San Cagnoaldo, monje en Luxeuil y San Farón, obispo de Meaux.
Cuando el monje irlandés San Columbano pasó por Meaux, Santa Burgundófora apenas era una niña de brazos. El monje se hospedó con Cagnerico y Leodegunda, y antes de partir bendijo la casa y profetizó que la niña llevaría una vida religiosa.
Muchos años después, Cagnerico, olvidando las palabras de San Columbano, prometió a su hija Burgundófora en matrimonio.
Al enterarse ella de la noticia, corrió a esconderse en una iglesia, negándose a casarse. Luego de que la hallaron, Santa Burgundófora cayó presa de una desconocida enfermedad que la mantuvo al borde de la muerte.
Sus padres no sabían qué hacer, hasta que recibieron la tranquilizadora visita de San Eustasio. Explicándole la situación, Cagnerico expresó que con tal de que su hija se curara, él le permitiría ofrendarse a Jesús.
Y entonces, Santa Burgundófora sanó milagrosamente, y el propio San Eustasio fue quien le colocó el velo de consagración.
Así, con la aprobación del obispo Gundoaldo de Meaux, Santa Burgundófora fundó en terrenos cedidos por su padre una abadía que al principio se llamó Evoriacum, aunque luego se renombró como Faremoutiers, en honor suyo.
Durante los siguientes cuarenta años, Santa Burgundófora fungió como abadesa de Faremoutiers, que llegó a ser un importante centro de vida espiritual.
A Santa Burgundófora se le invoca especialmente contra los padecimientos de los ojos.
SANTA BURGUNDÓFORA nos enseña el valor de perseverar en la vocación.
SANTA BURGUNDÓFORA o FARA (595-657) nació en Pipimisicum, la actual Poincy, cerca de Meaux, en Francia, en una familia noble.
Santa Burgundófora, conocida también como Santa Fara, fue hija de los condes Cagnerico y Leodegunda, y tuvo dos hermanos santos: San Cagnoaldo, monje en Luxeuil y San Farón, obispo de Meaux.
Cuando el monje irlandés San Columbano pasó por Meaux, Santa Burgundófora apenas era una niña de brazos. El monje se hospedó con Cagnerico y Leodegunda, y antes de partir bendijo la casa y profetizó que la niña llevaría una vida religiosa.
Muchos años después, Cagnerico, olvidando las palabras de San Columbano, prometió a su hija Burgundófora en matrimonio.
Al enterarse ella de la noticia, corrió a esconderse en una iglesia, negándose a casarse. Luego de que la hallaron, Santa Burgundófora cayó presa de una desconocida enfermedad que la mantuvo al borde de la muerte.
Sus padres no sabían qué hacer, hasta que recibieron la tranquilizadora visita de San Eustasio. Explicándole la situación, Cagnerico expresó que con tal de que su hija se curara, él le permitiría ofrendarse a Jesús.
Y entonces, Santa Burgundófora sanó milagrosamente, y el propio San Eustasio fue quien le colocó el velo de consagración.
Así, con la aprobación del obispo Gundoaldo de Meaux, Santa Burgundófora fundó en terrenos cedidos por su padre una abadía que al principio se llamó Evoriacum, aunque luego se renombró como Faremoutiers, en honor suyo.
Durante los siguientes cuarenta años, Santa Burgundófora fungió como abadesa de Faremoutiers, que llegó a ser un importante centro de vida espiritual.
A Santa Burgundófora se le invoca especialmente contra los padecimientos de los ojos.
SANTA BURGUNDÓFORA nos enseña el valor de perseverar en la vocación.
domingo, 6 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 6 de diciembre, día de San Nicolás de Mira
VIDA DE SANTOS: Hoy conmemoramos a San Nicolás y Santa Dionisia
6 de diciembre, día de San Nicolás de Mira
6 de diciembre, día de San Nicolás de Mira
Hoy, 6 de diciembre, conmemoramos a San NICOLÁS de MIRA, Obispo.
SAN NICOLÁS DE MIRA (¿280/286?-¿345/351?) nació en Patara, Licia, actualmente ciudad en ruinas cerca de Kalkan, Turquía.
San Nicolás de Mira, también conocido como San Nicolás de Bari, nació en el seno de una familia acaudalada de cristianos piadosos.
Desde niño mostró las cualidades que lo conducirían a la santidad: su piedad, su bondad, su generosidad. Al fallecer sus padres a causa de la peste, San Nicolás heredó cuantiosas riquezas, pero prefirió repartir sus bienes entre los necesitados y llevar una vida religiosa.
A los 19 años de edad fue ordenado sacerdote por un tío suyo, que era obispo, e ingresó a un convento cerca de su ciudad natal. Y cuando su tío murió, San Nicolás emprendió un viaje de peregrinación a Tierra Santa.
En el viaje de regreso a Licia, al pasar por la ciudad de Mira, la actual Demre, en Turquía, fue designado obispo de una manera por demás peculiar:
En ese lugar se necesitaba un nuevo obispo, pero como los electores no podían ponerse de acuerdo, decidieron que sería obispo el siguiente sacerdote que entrara a la iglesia donde debatían. Y ese fue San Nicolás.
Como obispo, San Nicolás participó en el Concilio de Nicea, en 325, donde se condenó al arrianismo. La leyenda cuenta que ahí San Nicolás le propinó a Arrio una bofetada, como cuando se reprende a un niño por decir tonterías.
Son muy numerosos los hechos milagrosos, y también los bondadosos, de San Nicolás, lo cual le ha valido ser desde hace muchos siglos uno de los santos más populares de la cristiandad.
Se cuenta de un hombre muy pobre que no podía casar a sus hijas por falta de dinero. Cuando San Nicolás se enteró, sin que nadie se diera cuenta deslizó por la chimenea tres pequeños costales con suficiente oro para que el padre pudiera darlo como dote; estos costales habrían caído dentro de las medias de lana de las hijas, que estaban ahí secándose.
Es también célebre la historia de una embarcación a punto de naufragar en una tempestad terrible, cuyos marineros invocaron al santo obispo de Mira; San Nicolás se les apareció y con una bendición apaciguó la tormenta.
En el año 1087, las reliquias de San Nicolás fueron llevadas por unos marineros al puerto de Bari, en Italia, para evitar que se perdieran con la invasión musulmana a lo que hoy es Turquía, y todavía reposan ahí.
La figura de San Nicolás de Mira fue adaptada por una empresa de bebidas gaseosas para promocionarse, dando lugar al actual Papá Noel, o Santa Claus, al que se relaciona con la Navidad.
Iconográficamente se representa a San Nicolás de Mira con tres esferas de oro, o tres manzanas, o tres piedras; también acompañado de niños, o con un barco, un timón o un ancla.
San Nicolás de Mira es el santo patrono de Rusia, Turquía y Grecia; de la Lorena; de Bari, Ámsterdam, Friburgo y Nueva York; de los niños, los escolares y los ancianos; de los marineros y pescadores; entre otros numerosos patronazgos.
SAN NICOLÁS DE MIRA nos enseña la importancia de ser bondadosos, especialmente con los niños.
SAN NICOLÁS DE MIRA (¿280/286?-¿345/351?) nació en Patara, Licia, actualmente ciudad en ruinas cerca de Kalkan, Turquía.
San Nicolás de Mira, también conocido como San Nicolás de Bari, nació en el seno de una familia acaudalada de cristianos piadosos.
Desde niño mostró las cualidades que lo conducirían a la santidad: su piedad, su bondad, su generosidad. Al fallecer sus padres a causa de la peste, San Nicolás heredó cuantiosas riquezas, pero prefirió repartir sus bienes entre los necesitados y llevar una vida religiosa.
A los 19 años de edad fue ordenado sacerdote por un tío suyo, que era obispo, e ingresó a un convento cerca de su ciudad natal. Y cuando su tío murió, San Nicolás emprendió un viaje de peregrinación a Tierra Santa.
En el viaje de regreso a Licia, al pasar por la ciudad de Mira, la actual Demre, en Turquía, fue designado obispo de una manera por demás peculiar:
En ese lugar se necesitaba un nuevo obispo, pero como los electores no podían ponerse de acuerdo, decidieron que sería obispo el siguiente sacerdote que entrara a la iglesia donde debatían. Y ese fue San Nicolás.
Como obispo, San Nicolás participó en el Concilio de Nicea, en 325, donde se condenó al arrianismo. La leyenda cuenta que ahí San Nicolás le propinó a Arrio una bofetada, como cuando se reprende a un niño por decir tonterías.
Son muy numerosos los hechos milagrosos, y también los bondadosos, de San Nicolás, lo cual le ha valido ser desde hace muchos siglos uno de los santos más populares de la cristiandad.
Se cuenta de un hombre muy pobre que no podía casar a sus hijas por falta de dinero. Cuando San Nicolás se enteró, sin que nadie se diera cuenta deslizó por la chimenea tres pequeños costales con suficiente oro para que el padre pudiera darlo como dote; estos costales habrían caído dentro de las medias de lana de las hijas, que estaban ahí secándose.
Es también célebre la historia de una embarcación a punto de naufragar en una tempestad terrible, cuyos marineros invocaron al santo obispo de Mira; San Nicolás se les apareció y con una bendición apaciguó la tormenta.
En el año 1087, las reliquias de San Nicolás fueron llevadas por unos marineros al puerto de Bari, en Italia, para evitar que se perdieran con la invasión musulmana a lo que hoy es Turquía, y todavía reposan ahí.
La figura de San Nicolás de Mira fue adaptada por una empresa de bebidas gaseosas para promocionarse, dando lugar al actual Papá Noel, o Santa Claus, al que se relaciona con la Navidad.
Iconográficamente se representa a San Nicolás de Mira con tres esferas de oro, o tres manzanas, o tres piedras; también acompañado de niños, o con un barco, un timón o un ancla.
San Nicolás de Mira es el santo patrono de Rusia, Turquía y Grecia; de la Lorena; de Bari, Ámsterdam, Friburgo y Nueva York; de los niños, los escolares y los ancianos; de los marineros y pescadores; entre otros numerosos patronazgos.
SAN NICOLÁS DE MIRA nos enseña la importancia de ser bondadosos, especialmente con los niños.
sábado, 5 de diciembre de 2015
VIDA DE SANTOS - 5 de diciembre, día de San Sabas
HOY TAMBIEN SE CONMEMORA A SAN JULIO Y SAN CRISANTO
5 de diciembre, día de San Sabas
Hoy, 5 de diciembre, conmemoramos a San SABAS, Abad.
SAN SABAS (439-532) nació en Mutalasca, cerca de Cesárea de Capadocia, la actual Kayseri, Turquía, en el seno de una familia cristiana.
El padre de San Sabas era oficial del ejército, y en sus largas ausencias solía llevarse a su esposa, dejando al niño al cuidado de unos tíos que lo maltrataban mucho.
Cuando sus progenitores regresaron de la guerra, fue para saber que Sabas había huido y se había refugiado en el convento de San Basilio de Mutalasca, de donde ya no quiso salir.
Según la tradición, a los 18 años de edad se dirigió a Jerusalén con el propósito de encontrar a San Eutimio el Grande, el santo anacoreta, y convertirse en discípulo suyo.
Luego de la muerte de su maestro, con quien había pasado varios años de vida eremítica en Jordania, San Sabas se encaminó de vuelta rumbo a Jerusalén, estableciéndose en el valle de Cedrón.
En una cueva en un acantilado escarpado, a la que sólo podía llegar trepando por una escala de cuerdas, San Sabas decidió vivir ahí en soledad, con extremos rigores de ermitaño.
Acaso la escala llamó la atención de otros que buscaban el mismo tipo de vida, pero el resultado fue que San Sabas empezó a verse rodeado de muchos que lo buscaban como ejemplo y guía.
Se formó así una peculiar congregación monástica conocida como la “gran laura”, donde San Sabas llegó a tener hasta 150 discípulos. Este monasterio, llamado Mar Saba, es el más antiguo que se conserva en Israel.
En el año 492, a los 53 años de edad, San Sabas fue ordenado sacerdote, y el patriarca Elías de Jerusalén lo nombró Archimandrita, o sea superior de todos los anacoretas de Palestina.
San Sabas fundó varios monasterios, procurando en todos que se viviera con rigor muy estricto, lo cual le valió numerosos opositores.
En 451, el Concilio de Calcedonia proclamó la doble naturaleza de Cristo, en contraposición a las ideas monofisitas, y San Sabas lo suscribió sin dudarlo.
Como opositor del monofisismo y de las doctrinas de Orígenes, San Sabas formó parte de las comitivas enviadas a entrevistarse con el emperador Anastasio I, en 511, y Justiniano, en 531.
En sendas entrevistas con los emperadores, San Sabas se distinguió como notable mediador, consiguiendo por ejemplo una sustancial reducción de los impuestos que pagaban los habitantes de Palestina.
De vuelta en Mar Saba, el monasterio original, que lleva su nombre, y gozando en vida de una extendida fama de santidad, contrajo una enfermedad muy fuerte, y falleció en su “laura” a la edad de 93 años.
Las reliquias de San Sabas, a quien se recuerda como uno de los más importantes patriarcas entre los monjes de Palestina, fueron robadas en alguna de las cruzadas por tropas de Venecia y trasladadas a esa ciudad. Estas reliquias fueron devueltas a Mar Saba en 1965.
SAN SABAS nos enseña el valor de hacer fecunda una vida longeva.
SAN SABAS (439-532) nació en Mutalasca, cerca de Cesárea de Capadocia, la actual Kayseri, Turquía, en el seno de una familia cristiana.
El padre de San Sabas era oficial del ejército, y en sus largas ausencias solía llevarse a su esposa, dejando al niño al cuidado de unos tíos que lo maltrataban mucho.
Cuando sus progenitores regresaron de la guerra, fue para saber que Sabas había huido y se había refugiado en el convento de San Basilio de Mutalasca, de donde ya no quiso salir.
Según la tradición, a los 18 años de edad se dirigió a Jerusalén con el propósito de encontrar a San Eutimio el Grande, el santo anacoreta, y convertirse en discípulo suyo.
Luego de la muerte de su maestro, con quien había pasado varios años de vida eremítica en Jordania, San Sabas se encaminó de vuelta rumbo a Jerusalén, estableciéndose en el valle de Cedrón.
En una cueva en un acantilado escarpado, a la que sólo podía llegar trepando por una escala de cuerdas, San Sabas decidió vivir ahí en soledad, con extremos rigores de ermitaño.
Acaso la escala llamó la atención de otros que buscaban el mismo tipo de vida, pero el resultado fue que San Sabas empezó a verse rodeado de muchos que lo buscaban como ejemplo y guía.
Se formó así una peculiar congregación monástica conocida como la “gran laura”, donde San Sabas llegó a tener hasta 150 discípulos. Este monasterio, llamado Mar Saba, es el más antiguo que se conserva en Israel.
En el año 492, a los 53 años de edad, San Sabas fue ordenado sacerdote, y el patriarca Elías de Jerusalén lo nombró Archimandrita, o sea superior de todos los anacoretas de Palestina.
San Sabas fundó varios monasterios, procurando en todos que se viviera con rigor muy estricto, lo cual le valió numerosos opositores.
En 451, el Concilio de Calcedonia proclamó la doble naturaleza de Cristo, en contraposición a las ideas monofisitas, y San Sabas lo suscribió sin dudarlo.
Como opositor del monofisismo y de las doctrinas de Orígenes, San Sabas formó parte de las comitivas enviadas a entrevistarse con el emperador Anastasio I, en 511, y Justiniano, en 531.
En sendas entrevistas con los emperadores, San Sabas se distinguió como notable mediador, consiguiendo por ejemplo una sustancial reducción de los impuestos que pagaban los habitantes de Palestina.
De vuelta en Mar Saba, el monasterio original, que lleva su nombre, y gozando en vida de una extendida fama de santidad, contrajo una enfermedad muy fuerte, y falleció en su “laura” a la edad de 93 años.
Las reliquias de San Sabas, a quien se recuerda como uno de los más importantes patriarcas entre los monjes de Palestina, fueron robadas en alguna de las cruzadas por tropas de Venecia y trasladadas a esa ciudad. Estas reliquias fueron devueltas a Mar Saba en 1965.
SAN SABAS nos enseña el valor de hacer fecunda una vida longeva.