8 de julio, día de San Adriano III
Hoy, 8 de julio, conmemoramos a San ADRIANO III, Papa 109º.
SAN ADRIANO III (¿?-885) nació en Roma, según refiere el Liber Pontificalis, que también menciona que su padre llevaba el nombre de Benedicto.
De la vida de San Adriano III se conoce muy poco. Llegó a la Silla de San Pedro en mayo de 884. Era la época de la plena Edad Media. Carlomagno anhelaba restaurar el Imperio, el emperador de Oriente se refugiaba en Bizancio, la expansión musulmana por todo el Mediterráneo era poderosa. Y Roma quedaba cada vez más aislada.
En los 15 meses en los que fue el centésimo noveno papa de la cristiandad, San Adriano III se preocupó por mantener una actitud conciliadora con Focio, el patriarca de Constantinopla, conociendo las desavenencias entre aquella Iglesia y la Romana.
Asimismo, impuso severas sanciones a los partidos políticos romanos cuando peleaban entre sí. Ese año, la dura sequía había ocasionado una severa hambruna; San Adriano se distinguió por haberle hecho frente al problema con sagacidad y caridad, procurando proteger en primer término a los más pobres.
En 885 fue invitado a la Dieta de Worms por Carlos el Gordo, sucesor de Carlomagno, probablemente para que su presencia diera legitimidad a la nueva autoridad imperial. Sin embargo, durante el viaje enfermó de gravedad.
Encontrándose en la región de Módena, Italia, San Adriano III falleció repentinamente; fue sepultado en la iglesia de la abadía de San Silvestre, en Nonantola. Se dice que en su tumba se han obrado múltiples milagros.
A partir de su muerte, en toda Módena se empezó a venerar a San Adriano III como santo. Su culto fue aprobado oficialmente en 1891 por el papa León XIII.
SAN ADRIANO III nos ilustra con su ejemplo las vicisitudes del papado en épocas políticas conflictivas.
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SAN ADRIANO III (¿?-885) nació en Roma, según refiere el Liber Pontificalis, que también menciona que su padre llevaba el nombre de Benedicto.
De la vida de San Adriano III se conoce muy poco. Llegó a la Silla de San Pedro en mayo de 884. Era la época de la plena Edad Media. Carlomagno anhelaba restaurar el Imperio, el emperador de Oriente se refugiaba en Bizancio, la expansión musulmana por todo el Mediterráneo era poderosa. Y Roma quedaba cada vez más aislada.
En los 15 meses en los que fue el centésimo noveno papa de la cristiandad, San Adriano III se preocupó por mantener una actitud conciliadora con Focio, el patriarca de Constantinopla, conociendo las desavenencias entre aquella Iglesia y la Romana.
Asimismo, impuso severas sanciones a los partidos políticos romanos cuando peleaban entre sí. Ese año, la dura sequía había ocasionado una severa hambruna; San Adriano se distinguió por haberle hecho frente al problema con sagacidad y caridad, procurando proteger en primer término a los más pobres.
En 885 fue invitado a la Dieta de Worms por Carlos el Gordo, sucesor de Carlomagno, probablemente para que su presencia diera legitimidad a la nueva autoridad imperial. Sin embargo, durante el viaje enfermó de gravedad.
Encontrándose en la región de Módena, Italia, San Adriano III falleció repentinamente; fue sepultado en la iglesia de la abadía de San Silvestre, en Nonantola. Se dice que en su tumba se han obrado múltiples milagros.
A partir de su muerte, en toda Módena se empezó a venerar a San Adriano III como santo. Su culto fue aprobado oficialmente en 1891 por el papa León XIII.
SAN ADRIANO III nos ilustra con su ejemplo las vicisitudes del papado en épocas políticas conflictivas.
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