20 de abril, día de Santa Inés de Montepulciano
Hoy, 20 de abril, conmemoramos a Santa INÉS de MONTEPULCIANO, Religiosa.
SANTA INÉS DE MONTEPULCIANO (1268-1317) nació en Gracciano Vecchio, cerca de Montepulciano, Italia, en el seno de la acaudalada familia Segni.
Se cuenta que desde la cuna, la pequeña Inés Segni ya daba muestras de santidad, pues alrededor de su lecho solían aparecerse enigmáticas luces.
Cuando tenía apenas nueve años entró al monasterio de Montepulciano, donde la pobreza era la norma de vida. Sin embargo, la pequeña cumplía con gran celo con sus obligaciones monásticas y con el ejercicio de la regla.
Igualmente a corta edad, junto con su maestra Margarita promovió la fundación de un monasterio en Viterbo. Y debido a sus virtudes, y para sorpresa de la santa, fue electa abadesa cuando contaba con sólo quince años de edad. Y aunque por humildad intentó rechazar el nombramiento, la intercesión del Papa la obligó a aceptarlo.
Finalmente, tras 22 años de servir en Viterbo, ofreciendo con su vida un ejemplo de oración y de amor a Dios y a su comunidad, Santa Inés regresa a Montepulciano, donde sus conciudadanos la han llamado para que esté al frente del monasterio que ella había mandado fundar ahí en 1306.
El monasterio quedó bajo la dirección de la orden de Santo Domingo, cuyo camino de perfección fue el que inspiró a Santa Inés.
Sus biógrafos cuentan que la vida de Santa Inés de Montepulciano estuvo rodeada de acontecimientos sobrenaturales, como levitación de ella misma al estar en oración, o que se cubría de copos blancos en forma de cruz cual bendito maná, o como que brotaban flores en los sitios donde ella se ponía de rodillas a rezar.
Santa Inés de Montepulciano fue canonizada por el Papa Benedicto XIII en 1726.
SANTA INÉS DE MONTEPULCIANO nos enseña la importancia de vivir con modestia, humildad, abnegación y caridad.
SANTA INÉS DE MONTEPULCIANO (1268-1317) nació en Gracciano Vecchio, cerca de Montepulciano, Italia, en el seno de la acaudalada familia Segni.
Se cuenta que desde la cuna, la pequeña Inés Segni ya daba muestras de santidad, pues alrededor de su lecho solían aparecerse enigmáticas luces.
Cuando tenía apenas nueve años entró al monasterio de Montepulciano, donde la pobreza era la norma de vida. Sin embargo, la pequeña cumplía con gran celo con sus obligaciones monásticas y con el ejercicio de la regla.
Igualmente a corta edad, junto con su maestra Margarita promovió la fundación de un monasterio en Viterbo. Y debido a sus virtudes, y para sorpresa de la santa, fue electa abadesa cuando contaba con sólo quince años de edad. Y aunque por humildad intentó rechazar el nombramiento, la intercesión del Papa la obligó a aceptarlo.
Finalmente, tras 22 años de servir en Viterbo, ofreciendo con su vida un ejemplo de oración y de amor a Dios y a su comunidad, Santa Inés regresa a Montepulciano, donde sus conciudadanos la han llamado para que esté al frente del monasterio que ella había mandado fundar ahí en 1306.
El monasterio quedó bajo la dirección de la orden de Santo Domingo, cuyo camino de perfección fue el que inspiró a Santa Inés.
Sus biógrafos cuentan que la vida de Santa Inés de Montepulciano estuvo rodeada de acontecimientos sobrenaturales, como levitación de ella misma al estar en oración, o que se cubría de copos blancos en forma de cruz cual bendito maná, o como que brotaban flores en los sitios donde ella se ponía de rodillas a rezar.
Santa Inés de Montepulciano fue canonizada por el Papa Benedicto XIII en 1726.
SANTA INÉS DE MONTEPULCIANO nos enseña la importancia de vivir con modestia, humildad, abnegación y caridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario