2 de agosto, día de San Eusebio de Vercelli
Hoy, 2 de agosto, conmemoramos a San EUSEBIO de VERCELLI, Obispo.
SAN EUSEBIO DE VERCELLI (283-371) nació en Cerdeña, Italia, en épocas en que la Iglesia fue haciéndose de una posición preponderante en el Imperio Romano.
Los padres de San Eusebio emigraron a Roma cuando él era niño; ahí recibió una educación extraordinaria y fue ordenado sacerdote. En 340 el papa San Julio I lo nombró obispo de Vercelli, siendo el primer obispo del Piamonte; el cargo lo ejerció por 28 años.
A pesar de que el emperador Constantino había proclamado tolerancia hacia los cristianos en el Edicto de Milán, su hijo y sucesor Constancio era más bien partidario de la herejía del arrianismo, que negaba la naturaleza divina de Cristo.
Con miras a resolver la disputa pacíficamente, en 354 el papa San Liberio lo comisionó para que tomara parte en el Sínodo de Milán. Sin embargo se trató de un ardid con el que Constancio pretendía hacerlos abjurar a él y a su grupo de la fe en la doble naturaleza de Jesús.
Al ver que San Eusebio de Vercelli jamás cedería, el emperador lo desterró a Palestina, donde pasó varios años confinado en una pequeña celda. A la muerte de Constancio, sin embargo, el nuevo emperador, Juliano el Apóstata, le devolvió a la Iglesia su libertad y permitió el regreso de los desterrados.
San Eusebio volvió a Vercelli en 362. Además de por su pacífica lucha contra el arrianismo, se le recuerda por el gran impulso que dio a la vida monacal, organizando a los sacerdotes por primera vez en comunidades, lo cual les permitió ser más eficientes en su misión evangelizadora.
SAN EUSEBIO DE VERCELLI nos enseña el valor de la concordia para realizar tareas en común y por la comunidad.
SAN EUSEBIO DE VERCELLI (283-371) nació en Cerdeña, Italia, en épocas en que la Iglesia fue haciéndose de una posición preponderante en el Imperio Romano.
Los padres de San Eusebio emigraron a Roma cuando él era niño; ahí recibió una educación extraordinaria y fue ordenado sacerdote. En 340 el papa San Julio I lo nombró obispo de Vercelli, siendo el primer obispo del Piamonte; el cargo lo ejerció por 28 años.
A pesar de que el emperador Constantino había proclamado tolerancia hacia los cristianos en el Edicto de Milán, su hijo y sucesor Constancio era más bien partidario de la herejía del arrianismo, que negaba la naturaleza divina de Cristo.
Con miras a resolver la disputa pacíficamente, en 354 el papa San Liberio lo comisionó para que tomara parte en el Sínodo de Milán. Sin embargo se trató de un ardid con el que Constancio pretendía hacerlos abjurar a él y a su grupo de la fe en la doble naturaleza de Jesús.
Al ver que San Eusebio de Vercelli jamás cedería, el emperador lo desterró a Palestina, donde pasó varios años confinado en una pequeña celda. A la muerte de Constancio, sin embargo, el nuevo emperador, Juliano el Apóstata, le devolvió a la Iglesia su libertad y permitió el regreso de los desterrados.
San Eusebio volvió a Vercelli en 362. Además de por su pacífica lucha contra el arrianismo, se le recuerda por el gran impulso que dio a la vida monacal, organizando a los sacerdotes por primera vez en comunidades, lo cual les permitió ser más eficientes en su misión evangelizadora.
SAN EUSEBIO DE VERCELLI nos enseña el valor de la concordia para realizar tareas en común y por la comunidad.
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