20 de diciembre, día de San Ursicino de Jura
Hoy, 20 de diciembre, conmemoramos a San URSICINO de JURA, Eremita.
SAN URSICINO DE JURA (¿?-620) nació en Irlanda; se ignora casi todo lo referente a la primera parte de su vida.
En la época en que San Columbano salió de Irlanda para llevar a cabo su extensa misión apostólica en Europa continental, San Ursicino partió junto con él, en calidad de discípulo.
San Ursicino siguió a su maestro en su peregrinar. Después de pasar un tiempo prolongado en Luxeuil, al oriente de Francia, la comitiva se dirigió al sur, rumbo a los Alpes e Italia.
Sin embargo, al pasar por la región de Jura en la actual Suiza, San Ursicino decidió separarse de sus compañeros y quedarse ahí, a vivir una vida de soledad y oración en calidad de ermitaño.
La tradición cuenta que para hallar el sitio que debía ser su morada, San Ursicino lanzó su bastón desde una cima; éste cayó a la entrada de una gruta, cerca del valle del río Doubs, y él ahí se quedó.
Se dice que durante todos los años que San Ursicino pasó entre los acantilados de Jura, compartió su vivienda con un oso, el cual fue su compañero y amigo.
En ese sitio, San Ursicino construyó una pequeña capilla dedicada a San Pedro, pero esto dio lugar más tarde a la fundación de un monasterio, pues eran numerosos los jóvenes que acudían al escabroso sitio para hacerse discípulos suyos.
El monasterio pasó con los siglos de la regla de San Columbano a la de San Benito; en torno a él surgió la villa de St-Ursanne, desde donde se puede visitar la región de riscos que el santo convirtió en su hogar.
A San Ursicino de Jura se le venera todavía en toda la región de Jura, y en Basilea, Besançon y Maguncia.
SAN URSICINO DE JURA nos ofrece una muestra de vida eremita ejemplar.
SAN URSICINO DE JURA (¿?-620) nació en Irlanda; se ignora casi todo lo referente a la primera parte de su vida.
En la época en que San Columbano salió de Irlanda para llevar a cabo su extensa misión apostólica en Europa continental, San Ursicino partió junto con él, en calidad de discípulo.
San Ursicino siguió a su maestro en su peregrinar. Después de pasar un tiempo prolongado en Luxeuil, al oriente de Francia, la comitiva se dirigió al sur, rumbo a los Alpes e Italia.
Sin embargo, al pasar por la región de Jura en la actual Suiza, San Ursicino decidió separarse de sus compañeros y quedarse ahí, a vivir una vida de soledad y oración en calidad de ermitaño.
La tradición cuenta que para hallar el sitio que debía ser su morada, San Ursicino lanzó su bastón desde una cima; éste cayó a la entrada de una gruta, cerca del valle del río Doubs, y él ahí se quedó.
Se dice que durante todos los años que San Ursicino pasó entre los acantilados de Jura, compartió su vivienda con un oso, el cual fue su compañero y amigo.
En ese sitio, San Ursicino construyó una pequeña capilla dedicada a San Pedro, pero esto dio lugar más tarde a la fundación de un monasterio, pues eran numerosos los jóvenes que acudían al escabroso sitio para hacerse discípulos suyos.
El monasterio pasó con los siglos de la regla de San Columbano a la de San Benito; en torno a él surgió la villa de St-Ursanne, desde donde se puede visitar la región de riscos que el santo convirtió en su hogar.
A San Ursicino de Jura se le venera todavía en toda la región de Jura, y en Basilea, Besançon y Maguncia.
SAN URSICINO DE JURA nos ofrece una muestra de vida eremita ejemplar.
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