6 de diciembre, día de San Nicolás de Mira
Hoy, 6 de diciembre, conmemoramos a San NICOLÁS de MIRA, Obispo.
SAN NICOLÁS DE MIRA (¿280/286?-¿345/351?) nació en Patara, Licia, actualmente ciudad en ruinas cerca de Kalkan, Turquía.
San Nicolás de Mira, también conocido como San Nicolás de Bari, nació en el seno de una familia acaudalada de cristianos piadosos.
Desde niño mostró las cualidades que lo conducirían a la santidad: su piedad, su bondad, su generosidad. Al fallecer sus padres a causa de la peste, San Nicolás heredó cuantiosas riquezas, pero prefirió repartir sus bienes entre los necesitados y llevar una vida religiosa.
A los 19 años de edad fue ordenado sacerdote por un tío suyo, que era obispo, e ingresó a un convento cerca de su ciudad natal. Y cuando su tío murió, San Nicolás emprendió un viaje de peregrinación a Tierra Santa.
En el viaje de regreso a Licia, al pasar por la ciudad de Mira, la actual Demre, en Turquía, fue designado obispo de una manera por demás peculiar:
En ese lugar se necesitaba un nuevo obispo, pero como los electores no podían ponerse de acuerdo, decidieron que sería obispo el siguiente sacerdote que entrara a la iglesia donde debatían. Y ese fue San Nicolás.
Como obispo, San Nicolás participó en el Concilio de Nicea, en 325, donde se condenó al arrianismo. La leyenda cuenta que ahí San Nicolás le propinó a Arrio una bofetada, como cuando se reprende a un niño por decir tonterías.
Son muy numerosos los hechos milagrosos, y también los bondadosos, de San Nicolás, lo cual le ha valido ser desde hace muchos siglos uno de los santos más populares de la cristiandad.
Se cuenta de un hombre muy pobre que no podía casar a sus hijas por falta de dinero. Cuando San Nicolás se enteró, sin que nadie se diera cuenta deslizó por la chimenea tres pequeños costales con suficiente oro para que el padre pudiera darlo como dote; estos costales habrían caído dentro de las medias de lana de las hijas, que estaban ahí secándose.
Es también célebre la historia de una embarcación a punto de naufragar en una tempestad terrible, cuyos marineros invocaron al santo obispo de Mira; San Nicolás se les apareció y con una bendición apaciguó la tormenta.
En el año 1087, las reliquias de San Nicolás fueron llevadas por unos marineros al puerto de Bari, en Italia, para evitar que se perdieran con la invasión musulmana a lo que hoy es Turquía, y todavía reposan ahí.
La figura de San Nicolás de Mira fue adaptada por una empresa de bebidas gaseosas para promocionarse, dando lugar al actual Papá Noel, o Santa Claus, al que se relaciona con la Navidad.
Iconográficamente se representa a San Nicolás de Mira con tres esferas de oro, o tres manzanas, o tres piedras; también acompañado de niños, o con un barco, un timón o un ancla.
San Nicolás de Mira es el santo patrono de Rusia, Turquía y Grecia; de la Lorena; de Bari, Ámsterdam, Friburgo y Nueva York; de los niños, los escolares y los ancianos; de los marineros y pescadores; entre otros numerosos patronazgos.
SAN NICOLÁS DE MIRA nos enseña la importancia de ser bondadosos, especialmente con los niños.
SAN NICOLÁS DE MIRA (¿280/286?-¿345/351?) nació en Patara, Licia, actualmente ciudad en ruinas cerca de Kalkan, Turquía.
San Nicolás de Mira, también conocido como San Nicolás de Bari, nació en el seno de una familia acaudalada de cristianos piadosos.
Desde niño mostró las cualidades que lo conducirían a la santidad: su piedad, su bondad, su generosidad. Al fallecer sus padres a causa de la peste, San Nicolás heredó cuantiosas riquezas, pero prefirió repartir sus bienes entre los necesitados y llevar una vida religiosa.
A los 19 años de edad fue ordenado sacerdote por un tío suyo, que era obispo, e ingresó a un convento cerca de su ciudad natal. Y cuando su tío murió, San Nicolás emprendió un viaje de peregrinación a Tierra Santa.
En el viaje de regreso a Licia, al pasar por la ciudad de Mira, la actual Demre, en Turquía, fue designado obispo de una manera por demás peculiar:
En ese lugar se necesitaba un nuevo obispo, pero como los electores no podían ponerse de acuerdo, decidieron que sería obispo el siguiente sacerdote que entrara a la iglesia donde debatían. Y ese fue San Nicolás.
Como obispo, San Nicolás participó en el Concilio de Nicea, en 325, donde se condenó al arrianismo. La leyenda cuenta que ahí San Nicolás le propinó a Arrio una bofetada, como cuando se reprende a un niño por decir tonterías.
Son muy numerosos los hechos milagrosos, y también los bondadosos, de San Nicolás, lo cual le ha valido ser desde hace muchos siglos uno de los santos más populares de la cristiandad.
Se cuenta de un hombre muy pobre que no podía casar a sus hijas por falta de dinero. Cuando San Nicolás se enteró, sin que nadie se diera cuenta deslizó por la chimenea tres pequeños costales con suficiente oro para que el padre pudiera darlo como dote; estos costales habrían caído dentro de las medias de lana de las hijas, que estaban ahí secándose.
Es también célebre la historia de una embarcación a punto de naufragar en una tempestad terrible, cuyos marineros invocaron al santo obispo de Mira; San Nicolás se les apareció y con una bendición apaciguó la tormenta.
En el año 1087, las reliquias de San Nicolás fueron llevadas por unos marineros al puerto de Bari, en Italia, para evitar que se perdieran con la invasión musulmana a lo que hoy es Turquía, y todavía reposan ahí.
La figura de San Nicolás de Mira fue adaptada por una empresa de bebidas gaseosas para promocionarse, dando lugar al actual Papá Noel, o Santa Claus, al que se relaciona con la Navidad.
Iconográficamente se representa a San Nicolás de Mira con tres esferas de oro, o tres manzanas, o tres piedras; también acompañado de niños, o con un barco, un timón o un ancla.
San Nicolás de Mira es el santo patrono de Rusia, Turquía y Grecia; de la Lorena; de Bari, Ámsterdam, Friburgo y Nueva York; de los niños, los escolares y los ancianos; de los marineros y pescadores; entre otros numerosos patronazgos.
SAN NICOLÁS DE MIRA nos enseña la importancia de ser bondadosos, especialmente con los niños.
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