23 de mayo, día de San Juan Bautista de Rossi
Hoy, 23 de mayo, conmemoramos a San JUAN BAUTISTA de ROSSI, Presbítero.
SAN JUAN BAUTISTA DE ROSSI (1698-1764) nació en Voltaggio, en la provincia de Génova, Italia; su vida estuvo marcada por violentos ataques de epilepsia que le acometían de manera inesperada.
El joven Juan Bautista de Rossi fue uno de los pocos sobrevivientes de una familia humilde asolada por la calamidad: el padre falleció prematuramente, y casi todos sus hermanos murieron al llegar a la adolescencia.
Viéndose huérfano, pudo proseguir sus estudios gracias a la caridad de gente que lo conocía por su inteligencia, pero también por su piedad y dulzura de carácter. Así pues, a los 13 años llegó a Roma, donde un sacerdote pariente o amigo de la familia lo acogió.
Con el tiempo se decidió por la vocación sacerdotal para extender su oportunidad de ayudar al prójimo. Antes fundó la Pía Unión de Sacerdotes Seculares, que tuvo actividad continua por más de doscientos años, hasta 1935.
Se ordenó sacerdote en 1721, y se impuso la labor de proveer auxilio espiritual a los pobres y a los enfermos de los hospitales de Roma, y también a los encarcelados en las prisiones. Al ser electo canónigo de Santa María in Cosmedin, en 1837, distribuye todas sus pertenencias entre los más necesitados.
La labor apostólica de San Juan Bautista de Rossi fue intensa, pero fructífera. Predicaba en barrios pobres y marginados, y la respuesta era una amplia concurrencia a la iglesia. Los fieles, e incluso sus colegas, se sentían protegidos ante su aura.
La última fase de su vida la dedica primordialmente a escuchar a sus fieles en el confesionario. Sin embargo, debido a la natural debilidad de su salud, eventualmente contrajo una cruel enfermedad en los ojos, contra la cual luchó hasta el final de sus días. Además, los ataques epilépticos se le volvieron cada vez más frecuentes.
Su vida caritativa jamás se vio alterada por sus enfermedades, y representa un triunfo de la voluntad sobre la debilidad física. San Juan Bautista de Rossi fue beatificado en 1860 por el papa Pío IX, y canonizado en 1881 por León XIII.
SAN JUAN BAUTISTA DE ROSSI nos enseña que ni la enfermedad ni las calamidades son obstáculo en el camino de practicar el bien.
SAN JUAN BAUTISTA DE ROSSI (1698-1764) nació en Voltaggio, en la provincia de Génova, Italia; su vida estuvo marcada por violentos ataques de epilepsia que le acometían de manera inesperada.
El joven Juan Bautista de Rossi fue uno de los pocos sobrevivientes de una familia humilde asolada por la calamidad: el padre falleció prematuramente, y casi todos sus hermanos murieron al llegar a la adolescencia.
Viéndose huérfano, pudo proseguir sus estudios gracias a la caridad de gente que lo conocía por su inteligencia, pero también por su piedad y dulzura de carácter. Así pues, a los 13 años llegó a Roma, donde un sacerdote pariente o amigo de la familia lo acogió.
Con el tiempo se decidió por la vocación sacerdotal para extender su oportunidad de ayudar al prójimo. Antes fundó la Pía Unión de Sacerdotes Seculares, que tuvo actividad continua por más de doscientos años, hasta 1935.
Se ordenó sacerdote en 1721, y se impuso la labor de proveer auxilio espiritual a los pobres y a los enfermos de los hospitales de Roma, y también a los encarcelados en las prisiones. Al ser electo canónigo de Santa María in Cosmedin, en 1837, distribuye todas sus pertenencias entre los más necesitados.
La labor apostólica de San Juan Bautista de Rossi fue intensa, pero fructífera. Predicaba en barrios pobres y marginados, y la respuesta era una amplia concurrencia a la iglesia. Los fieles, e incluso sus colegas, se sentían protegidos ante su aura.
La última fase de su vida la dedica primordialmente a escuchar a sus fieles en el confesionario. Sin embargo, debido a la natural debilidad de su salud, eventualmente contrajo una cruel enfermedad en los ojos, contra la cual luchó hasta el final de sus días. Además, los ataques epilépticos se le volvieron cada vez más frecuentes.
Su vida caritativa jamás se vio alterada por sus enfermedades, y representa un triunfo de la voluntad sobre la debilidad física. San Juan Bautista de Rossi fue beatificado en 1860 por el papa Pío IX, y canonizado en 1881 por León XIII.
SAN JUAN BAUTISTA DE ROSSI nos enseña que ni la enfermedad ni las calamidades son obstáculo en el camino de practicar el bien.
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