21 de junio, día de San José Isabel Flores Varela
Hoy, 21 de junio, conmemoramos a San JOSÉ ISABEL FLORES VARELA, Mártir.
SAN JOSÉ ISABEL FLORES VARELA (1866-1927) nació en Santa María de la Paz, estado de Zacatecas, México, en el seno de una familia de escasos recursos.
Nacido en un pequeño pueblo, San José Isabel Flores Varela destacó desde niño por su obediencia y sumisión. Como adolescente ingresó al seminario conciliar de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y fue ordenado sacerdote en 1896.
Durante 26 años fue capellán del pueblo de Matatlán, adscrito a la parroquia de Zapotlanejo, en el mismo estado de Jalisco; ahí le tocó vivir durante toda la revolución mexicana.
Hacia finales de los años veinte, sin embargo, se desató en su país una cruenta persecución religiosa. San José Isabel fue denunciado por un ex seminarista y antiguo protegido suyo, quien lo traicionó por ambición monetaria, entregándolo a las autoridades en Zapotlanejo.
En su prisión fue atado a un retrete y mantenido sin agua ni alimentos durante tres días, esperando sus torturadores que abjurara de la religión. Para peor, se ordenó que una desentonada banda de música interpretara continuamente melodías revolucionarias.
Cuando sus verdugos lo instigaban, él simplemente les respondía: “Yo voy a oír música más bonita en el Cielo.”
La madrugada del 21 de junio de 1927, San José Isabel Flores Varela fue conducido al cementerio. Ahí el pelotón intentó ahorcarlo, pero cada vez la rama se rompía, y a él no le pasaba nada.
Cuando lo pasaron al pelotón de fusilamiento, uno de los soldados se negó a participar, pues reconoció en el santo al sacerdote que de niño lo había bautizado. Sin tentarse el corazón, su jefe sacó un revólver y lo mató ahí mismo.
Sucedió entonces que cuando el pelotón se disponía a fusilarlo, los rifles fallaron y no pudieron disparar. Como recurso final, uno de los esbirros sacó su cuchillo y lo degolló.
San José Isabel Flores Varela fue canonizado en 2000 junto con otros 24 mártires mexicanos.
SAN JOSÉ ISABEL FLORES VARELA nos enseña el valor de acatar dócilmente los misteriosos designios de Dios.
SAN JOSÉ ISABEL FLORES VARELA (1866-1927) nació en Santa María de la Paz, estado de Zacatecas, México, en el seno de una familia de escasos recursos.
Nacido en un pequeño pueblo, San José Isabel Flores Varela destacó desde niño por su obediencia y sumisión. Como adolescente ingresó al seminario conciliar de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y fue ordenado sacerdote en 1896.
Durante 26 años fue capellán del pueblo de Matatlán, adscrito a la parroquia de Zapotlanejo, en el mismo estado de Jalisco; ahí le tocó vivir durante toda la revolución mexicana.
Hacia finales de los años veinte, sin embargo, se desató en su país una cruenta persecución religiosa. San José Isabel fue denunciado por un ex seminarista y antiguo protegido suyo, quien lo traicionó por ambición monetaria, entregándolo a las autoridades en Zapotlanejo.
En su prisión fue atado a un retrete y mantenido sin agua ni alimentos durante tres días, esperando sus torturadores que abjurara de la religión. Para peor, se ordenó que una desentonada banda de música interpretara continuamente melodías revolucionarias.
Cuando sus verdugos lo instigaban, él simplemente les respondía: “Yo voy a oír música más bonita en el Cielo.”
La madrugada del 21 de junio de 1927, San José Isabel Flores Varela fue conducido al cementerio. Ahí el pelotón intentó ahorcarlo, pero cada vez la rama se rompía, y a él no le pasaba nada.
Cuando lo pasaron al pelotón de fusilamiento, uno de los soldados se negó a participar, pues reconoció en el santo al sacerdote que de niño lo había bautizado. Sin tentarse el corazón, su jefe sacó un revólver y lo mató ahí mismo.
Sucedió entonces que cuando el pelotón se disponía a fusilarlo, los rifles fallaron y no pudieron disparar. Como recurso final, uno de los esbirros sacó su cuchillo y lo degolló.
San José Isabel Flores Varela fue canonizado en 2000 junto con otros 24 mártires mexicanos.
SAN JOSÉ ISABEL FLORES VARELA nos enseña el valor de acatar dócilmente los misteriosos designios de Dios.
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