4 de febrero, día de Santa Verónica
Hoy, 4 de febrero, conmemoramos a Santa VERÓNICA, Compadecida de Cristo.
SANTA VERÓNICA (vivió en la época de Jesús) encarna tradicionalmente el modelo de la misericordia.
Sus orígenes se pierden en la leyenda. Se dice que fue esposa de un hombre llamado Zaqueo, aunque lo que importa es que ambos estuvieron presentes en el largo camino de Jesús cargando su cruz hasta el monte Calvario.
Al ver a aquel hombre coronado de espinas que apenas podía soportar el peso de los maderos a sus espaldas, Verónica emprendió una acción de gran valentía. Compadecida ante la crueldad que veía, la mujer burló la guardia de soldados romanos, y se acercó a Jesús para limpiarle la sangre del rostro con un paño.
Ella se arriesgó a ser apresada o golpeada, y por su acto recibió burlas y reprimendas de los enemigos de Jesús. Por su buena voluntad y por su acto de consuelo, el Señor le otorgó como recompensa Su imagen, que quedó estampada en el paño con el que Santa Verónica le había limpiado la sangre.
Este paño supuestamente reapareció de manera misteriosa en Italia en el siglo quince o dieciséis; se le conoce como Velo de Verónica, y se conserva en el santuario de Manoppello.
SANTA VERÓNICA nos enseña el valor de la compasión por los que sufren.
SANTA VERÓNICA (vivió en la época de Jesús) encarna tradicionalmente el modelo de la misericordia.
Sus orígenes se pierden en la leyenda. Se dice que fue esposa de un hombre llamado Zaqueo, aunque lo que importa es que ambos estuvieron presentes en el largo camino de Jesús cargando su cruz hasta el monte Calvario.
Al ver a aquel hombre coronado de espinas que apenas podía soportar el peso de los maderos a sus espaldas, Verónica emprendió una acción de gran valentía. Compadecida ante la crueldad que veía, la mujer burló la guardia de soldados romanos, y se acercó a Jesús para limpiarle la sangre del rostro con un paño.
Ella se arriesgó a ser apresada o golpeada, y por su acto recibió burlas y reprimendas de los enemigos de Jesús. Por su buena voluntad y por su acto de consuelo, el Señor le otorgó como recompensa Su imagen, que quedó estampada en el paño con el que Santa Verónica le había limpiado la sangre.
Este paño supuestamente reapareció de manera misteriosa en Italia en el siglo quince o dieciséis; se le conoce como Velo de Verónica, y se conserva en el santuario de Manoppello.
SANTA VERÓNICA nos enseña el valor de la compasión por los que sufren.
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