8 de febrero, día de Santa Josefina Bakhita
Hoy, 8 de febrero, conmemoramos a Santa JOSEFINA BAKHITA, Religiosa.
SANTA JOSEFINA BAKHITA (¿1869?-1947) nació en Darfur, al sur de Sudán, en una época en la que ese país era un protectorado británico-egipcio. Bakhita quiere decir “Bienaventurada” o “Afortunada”.
A pesar de que la execrable institución de la esclavitud fue desapareciendo en el mundo civilizado a lo largo del siglo diecinueve, a Santa Josefina Bakhita le tocó vivir en carne propia este flagelo con todo el sufrimiento y las humillaciones que conlleva.
A los 9 años de edad fue raptada en un bosque por unos traficantes de esclavos cuando regresaba a su casa. Éstos la vendieron en el mercado, y pasó sucesivamente por cuatro amos distintos, el último de los cuales fue especialmente cruel, pues se deleitaba en torturarla.
Finalmente, en 1882 fue adquirida en Jartum, Sudán, por el cónsul italiano, Leganini, quien le dio un trato y una vida mejores. En 1884, antes de que las tropas mahdíes expulsaran a los británicos, Leganini regresa a Italia y la lleva consigo. Se queda a trabajar con la familia, pero ahí alcanza la libertad.
En 1888 ingresa al Instituto de las Hermanas de la Caridad, en Venecia, mejor conocido como de las Hermanas de Canossa. Dos años más tarde recibe a la vez el bautismo, la confirmación y la primera comunión. Más tarde se ordenó. Fue monja por más de 50 años.
Actuando siempre con humildad y modestia, en 1902 la trasladan de Venecia a Schio. Ella limpia, cocina y cuida a lo más pobres, ganando fama de santidad. Muchos años después, hacia 1930, publica su autobiografía y se convierte en una personalidad conocida en Italia.
Aunque viajó dando conferencias y recolectando fondos para su misión, no olvidó su vocación y regresó a Schio a ayudar a los más necesitados. Murió luego de una dolorosa enfermedad, y miles de personas acudieron a despedirse de ella.
No se le conocen milagros ni actos sobrenaturales, pero su cadáver incorrupto yace bajo el altar de la iglesia del convento de Schio. Fue canonizada por Juan Pablo II en 2000.
SANTA JOSEFINA BAKHITA nos enseña el valor de la reconciliación y la misericordia.
SANTA JOSEFINA BAKHITA (¿1869?-1947) nació en Darfur, al sur de Sudán, en una época en la que ese país era un protectorado británico-egipcio. Bakhita quiere decir “Bienaventurada” o “Afortunada”.
A pesar de que la execrable institución de la esclavitud fue desapareciendo en el mundo civilizado a lo largo del siglo diecinueve, a Santa Josefina Bakhita le tocó vivir en carne propia este flagelo con todo el sufrimiento y las humillaciones que conlleva.
A los 9 años de edad fue raptada en un bosque por unos traficantes de esclavos cuando regresaba a su casa. Éstos la vendieron en el mercado, y pasó sucesivamente por cuatro amos distintos, el último de los cuales fue especialmente cruel, pues se deleitaba en torturarla.
Finalmente, en 1882 fue adquirida en Jartum, Sudán, por el cónsul italiano, Leganini, quien le dio un trato y una vida mejores. En 1884, antes de que las tropas mahdíes expulsaran a los británicos, Leganini regresa a Italia y la lleva consigo. Se queda a trabajar con la familia, pero ahí alcanza la libertad.
En 1888 ingresa al Instituto de las Hermanas de la Caridad, en Venecia, mejor conocido como de las Hermanas de Canossa. Dos años más tarde recibe a la vez el bautismo, la confirmación y la primera comunión. Más tarde se ordenó. Fue monja por más de 50 años.
Actuando siempre con humildad y modestia, en 1902 la trasladan de Venecia a Schio. Ella limpia, cocina y cuida a lo más pobres, ganando fama de santidad. Muchos años después, hacia 1930, publica su autobiografía y se convierte en una personalidad conocida en Italia.
Aunque viajó dando conferencias y recolectando fondos para su misión, no olvidó su vocación y regresó a Schio a ayudar a los más necesitados. Murió luego de una dolorosa enfermedad, y miles de personas acudieron a despedirse de ella.
No se le conocen milagros ni actos sobrenaturales, pero su cadáver incorrupto yace bajo el altar de la iglesia del convento de Schio. Fue canonizada por Juan Pablo II en 2000.
SANTA JOSEFINA BAKHITA nos enseña el valor de la reconciliación y la misericordia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario