17 de julio, día de San León IV
Hoy, 17 de julio, conmemoramos a San LEÓN IV, Papa 103º.
SAN LEÓN IV (¿790?-855) nació en Roma, en una época en que la Ciudad Eterna parecía haberse quedado abandonada y sola, a merced de los piratas sarracenos.
Con experiencia en diversos cargos eclesiásticos con papas anteriores, San León IV fue electo centésimo tercer papa por unanimidad en 847, sucediendo a Sergio II.
El año anterior Roma había sido atacada y saqueada por sarracenos. Las precarias y anticuadas murallas de la ciudad resultaron insuficientes para contener los asaltos de los paganos, quienes habían robado tesoros y profanado tumbas en la primera Basílica de San Pedro, que era la que había entonces.
La primera preocupación de San León IV fue, en consecuencia, la seguridad de la ciudad. Así, mandó fortificar y construir murallas y torreones en torno a la colina Vaticana, resguardando la Basílica. Esta parte de la Urbe se conoce todavía con el nombre de Ciudad Leonina.
Por otro lado, ejerció una activa diplomacia para establecer una alianza con ciudades italianas bajo el control de Bizancio, con las cuales no siempre Roma estaba en buenos términos, con fines de mutua protección en contra de los saqueadores.
Cuando llegó la temida batalla en 849 en Ostia, en la desembocadura del Tíber, a la entrada a Roma, la flota del papa San León IV y las de sus aliados, las ciudades de Amalfi, Gaeta y Nápoles, lograron una aplastante victoria.
Durante los ocho años de su pontificado, San León IV realizó otras numerosas construcciones y restauraciones importantes, tanto en lo que se refiere a fortificaciones defensivas como también a iglesias.
Al mismo tiempo, se ocupó en reforzar la disciplina del clero. Y, en otra esfera, fue el primer pontífice en escribir la fecha en los documentos oficiales. A San León IV se le recuerda primordialmente como defensor de la ciudad y protector del legado de San Pedro.
SAN LEÓN IV nos enseña la importancia de proteger nuestros tesoros más estimados.
SAN LEÓN IV (¿790?-855) nació en Roma, en una época en que la Ciudad Eterna parecía haberse quedado abandonada y sola, a merced de los piratas sarracenos.
Con experiencia en diversos cargos eclesiásticos con papas anteriores, San León IV fue electo centésimo tercer papa por unanimidad en 847, sucediendo a Sergio II.
El año anterior Roma había sido atacada y saqueada por sarracenos. Las precarias y anticuadas murallas de la ciudad resultaron insuficientes para contener los asaltos de los paganos, quienes habían robado tesoros y profanado tumbas en la primera Basílica de San Pedro, que era la que había entonces.
La primera preocupación de San León IV fue, en consecuencia, la seguridad de la ciudad. Así, mandó fortificar y construir murallas y torreones en torno a la colina Vaticana, resguardando la Basílica. Esta parte de la Urbe se conoce todavía con el nombre de Ciudad Leonina.
Por otro lado, ejerció una activa diplomacia para establecer una alianza con ciudades italianas bajo el control de Bizancio, con las cuales no siempre Roma estaba en buenos términos, con fines de mutua protección en contra de los saqueadores.
Cuando llegó la temida batalla en 849 en Ostia, en la desembocadura del Tíber, a la entrada a Roma, la flota del papa San León IV y las de sus aliados, las ciudades de Amalfi, Gaeta y Nápoles, lograron una aplastante victoria.
Durante los ocho años de su pontificado, San León IV realizó otras numerosas construcciones y restauraciones importantes, tanto en lo que se refiere a fortificaciones defensivas como también a iglesias.
Al mismo tiempo, se ocupó en reforzar la disciplina del clero. Y, en otra esfera, fue el primer pontífice en escribir la fecha en los documentos oficiales. A San León IV se le recuerda primordialmente como defensor de la ciudad y protector del legado de San Pedro.
SAN LEÓN IV nos enseña la importancia de proteger nuestros tesoros más estimados.
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