22 de julio, día de San Vandregisilo
Hoy, 22 de julio, conmemoramos a San VANDREGISILO, Abad.
SAN VANDREGISILO (600-668) nació en las cercanías de Verdún, en Francia oriental, probablemente en el seno de una familia de la baja nobleza local.
A muy corta edad, San Vandregisilo (“Wandrille”, en francés) entró a formar parte de la corte del rey Dagoberto I, donde con los años ascendió al cargo de oficial de la corte.
En 628 contrajo matrimonio, pero la experiencia lo llevó a un campo imprevisto fundamental en su vida. Tras una breve vida de casado, de común acuerdo con su mujer ambos decidieron dedicarse a partir de entonces a la vida religiosa.
De este modo, San Vandregisilo abandonó su cargo en la corte y pasó varios años en un viaje errante, buscando vivir en soledad; hasta que finalmente ingresó al monasterio de Montfauçon-d’Argonne, en Lorena, bajo la guía de San Balderico, hacia 530.
Sin embargo, al poco tiempo se volvió a retirar a la soledad, esta vez a Saint-Ursanne, en las montañas suizas de Jura. Luego pasó un tiempo en Bobbio, en el norte de Italia, en el monasterio de San Colombano.
De ahí, su vida errante lo llevó a la abadía de Romani-Moutier, en Saboya, donde permaneció al fin una década completa; ahí fue ordenado sacerdote por el arzobispo de Rouen, San Audoeno.
Toda esta experiencia le sirvió a San Vandregisilo para consolidar la obra de su vida, que fue la fundación de la Abadía de Fontanelle, cerca de Rouen, en Normandía, al norte de Francia, en 657. La regla que aplicó fue una adaptación de la de San Colombano.
Ahí en Fontanelle, la actual St-Wandrille, San Vandresigilo sentó las bases para la futura expansión de la Abadía, que habría de convertirse en uno de los monasterios más apreciados de Francia.
Con el tiempo, la austera regla de San Vandregisilo fue sustituida paulatinamente por la regla benedictina.
SAN VANDREGISILO nos enseña el valor de cambiar la vida material por la vida espiritual.
SAN VANDREGISILO (600-668) nació en las cercanías de Verdún, en Francia oriental, probablemente en el seno de una familia de la baja nobleza local.
A muy corta edad, San Vandregisilo (“Wandrille”, en francés) entró a formar parte de la corte del rey Dagoberto I, donde con los años ascendió al cargo de oficial de la corte.
En 628 contrajo matrimonio, pero la experiencia lo llevó a un campo imprevisto fundamental en su vida. Tras una breve vida de casado, de común acuerdo con su mujer ambos decidieron dedicarse a partir de entonces a la vida religiosa.
De este modo, San Vandregisilo abandonó su cargo en la corte y pasó varios años en un viaje errante, buscando vivir en soledad; hasta que finalmente ingresó al monasterio de Montfauçon-d’Argonne, en Lorena, bajo la guía de San Balderico, hacia 530.
Sin embargo, al poco tiempo se volvió a retirar a la soledad, esta vez a Saint-Ursanne, en las montañas suizas de Jura. Luego pasó un tiempo en Bobbio, en el norte de Italia, en el monasterio de San Colombano.
De ahí, su vida errante lo llevó a la abadía de Romani-Moutier, en Saboya, donde permaneció al fin una década completa; ahí fue ordenado sacerdote por el arzobispo de Rouen, San Audoeno.
Toda esta experiencia le sirvió a San Vandregisilo para consolidar la obra de su vida, que fue la fundación de la Abadía de Fontanelle, cerca de Rouen, en Normandía, al norte de Francia, en 657. La regla que aplicó fue una adaptación de la de San Colombano.
Ahí en Fontanelle, la actual St-Wandrille, San Vandresigilo sentó las bases para la futura expansión de la Abadía, que habría de convertirse en uno de los monasterios más apreciados de Francia.
Con el tiempo, la austera regla de San Vandregisilo fue sustituida paulatinamente por la regla benedictina.
SAN VANDREGISILO nos enseña el valor de cambiar la vida material por la vida espiritual.
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