Hoy, 31 de enero, conmemoramos a San JUAN BOSCO, Educador.
SAN JUAN BOSCO (1815-1888) nació en Castelnuovo de Asti, Italia; desde niño su madre le otorgó una consistente educación cristiana y humanista.
En Turín recibió la orden sacerdotal en 1841, y desde entonces se avocó a su proyecto de vida, que fue la formación y la educación de los jóvenes. Así, con mucho entusiasmo pero muy pocos recursos económicos, pronto inició el Oratorio de San Francisco de Sales.
Impactado por los niños de las cárceles, Don Bosco, como se le conoce coloquialmente, ideó una pedagogía llamada “método preventivo”, basada en ofrecer a los niños indigentes amor, educación y catecismo. Una labor que exige grandes dosis de caridad y de paciencia.
Para consolidar su obra, funda la Pía Sociedad de San Francisco de Sales e Hijas de María Auxiliadora, o sea los Salesianos y las Salesianas, respectivamente. Además fue un escritor prolífico, y dio un fuerte impulso a la prensa católica.
Don Bosco fue un sacerdote alegre, rebosante de amor por la vida, y por lo mismo respetuoso de las personas con creencias distintas. Su legado y la simpatía que despertaba perviven hasta nuestros días.
SAN JUAN BOSCO nos enseña la importancia de la educación en el amor.
SAN JUAN BOSCO (1815-1888) nació en Castelnuovo de Asti, Italia; desde niño su madre le otorgó una consistente educación cristiana y humanista.
En Turín recibió la orden sacerdotal en 1841, y desde entonces se avocó a su proyecto de vida, que fue la formación y la educación de los jóvenes. Así, con mucho entusiasmo pero muy pocos recursos económicos, pronto inició el Oratorio de San Francisco de Sales.
Impactado por los niños de las cárceles, Don Bosco, como se le conoce coloquialmente, ideó una pedagogía llamada “método preventivo”, basada en ofrecer a los niños indigentes amor, educación y catecismo. Una labor que exige grandes dosis de caridad y de paciencia.
Para consolidar su obra, funda la Pía Sociedad de San Francisco de Sales e Hijas de María Auxiliadora, o sea los Salesianos y las Salesianas, respectivamente. Además fue un escritor prolífico, y dio un fuerte impulso a la prensa católica.
Don Bosco fue un sacerdote alegre, rebosante de amor por la vida, y por lo mismo respetuoso de las personas con creencias distintas. Su legado y la simpatía que despertaba perviven hasta nuestros días.
SAN JUAN BOSCO nos enseña la importancia de la educación en el amor.
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