5 de febrero, día de San Felipe de Jesús
Hoy, 5 de febrero, conmemoramos a San FELIPE de JESÚS, Mártir.
SAN FELIPE DE JESÚS (1572-1597) nació en la ciudad de México; falleció por tortura en Nagasaki, Japón; fue el primer mártir mexicano.
Su nombre de bautizo era Felipe de las Casas, emparentado con el evangelizador fray Bartolomé de las Casas. Felipe fue un chico alborotado y vivaracho. Luego de estudiar en el colegio de San Pedro y San Pablo, su padre lo envía a las Filipinas, donde los españoles habían conseguido establecerse apenas en 1571.
Al principio se impresiona por la vida disipada y aventurera de los soldados y marineros por las islas del Pacífico Sur. Sin embargo, pronto se desencanta, y a cambio siente el llamado de la vocación misionera. Ingresa entonces al convento franciscano de Santa María de los Ángeles de Manila.
A los tres años de noviciado, en 1596 le llegó el turno de ordenarse. Pero como en Filipinas no había aún obispo, la ordenación tenía que llevarse a cabo en México. De este modo se embarca de regreso a América, pero una tormenta desvía su trayectoria, y el barco naufraga en las costas de Japón.
Llenos de incertidumbre, pues los cristianos no eran muy bien recibidos en el señorío de Toyotomi Hideyoshi, los misioneros resisten varios meses refugiados en Meaco, donde los franciscanos contaban con una pequeña fundación. Sin embargo, ahí son hechos prisioneros el 30 de diciembre de 1596.
El día 3 de enero, a todos les cortan una oreja para ser motivo de burla de la gente a lo largo de la marcha que les obligaron a hacer, a pie, en pleno invierno, de Kioto a Nagasaki. El primero en ser crucificado fue San Felipe, que murió atravesado por lanzas, repitiendo el nombre de Jesús.
Cuenta la leyenda que al morir Felipe, en la ciudad de México un árbol marchito floreció, pues una niñera, cansada de las travesuras del pequeño, le dijo en son de reprimenda: “El día que tu seas Santo, este árbol habrá de florecer.”
SAN FELIPE DE JESÚS nos enseña el valor de la perseverancia en la fe ante las circunstancias más adversas.
SAN FELIPE DE JESÚS (1572-1597) nació en la ciudad de México; falleció por tortura en Nagasaki, Japón; fue el primer mártir mexicano.
Su nombre de bautizo era Felipe de las Casas, emparentado con el evangelizador fray Bartolomé de las Casas. Felipe fue un chico alborotado y vivaracho. Luego de estudiar en el colegio de San Pedro y San Pablo, su padre lo envía a las Filipinas, donde los españoles habían conseguido establecerse apenas en 1571.
Al principio se impresiona por la vida disipada y aventurera de los soldados y marineros por las islas del Pacífico Sur. Sin embargo, pronto se desencanta, y a cambio siente el llamado de la vocación misionera. Ingresa entonces al convento franciscano de Santa María de los Ángeles de Manila.
A los tres años de noviciado, en 1596 le llegó el turno de ordenarse. Pero como en Filipinas no había aún obispo, la ordenación tenía que llevarse a cabo en México. De este modo se embarca de regreso a América, pero una tormenta desvía su trayectoria, y el barco naufraga en las costas de Japón.
Llenos de incertidumbre, pues los cristianos no eran muy bien recibidos en el señorío de Toyotomi Hideyoshi, los misioneros resisten varios meses refugiados en Meaco, donde los franciscanos contaban con una pequeña fundación. Sin embargo, ahí son hechos prisioneros el 30 de diciembre de 1596.
El día 3 de enero, a todos les cortan una oreja para ser motivo de burla de la gente a lo largo de la marcha que les obligaron a hacer, a pie, en pleno invierno, de Kioto a Nagasaki. El primero en ser crucificado fue San Felipe, que murió atravesado por lanzas, repitiendo el nombre de Jesús.
Cuenta la leyenda que al morir Felipe, en la ciudad de México un árbol marchito floreció, pues una niñera, cansada de las travesuras del pequeño, le dijo en son de reprimenda: “El día que tu seas Santo, este árbol habrá de florecer.”
SAN FELIPE DE JESÚS nos enseña el valor de la perseverancia en la fe ante las circunstancias más adversas.
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